Tadeo Landinez fue notable en la historia del siglo XIX con su famosa
"Compañía de giro y descuento" que captaba dinero y ofrecía un gran rendimiento, las gentes le creyeron y la plata se perdió y solo les quedó la experiencia dolorosa. Este opulento millonario llegó a poseer muchas haciendas. Son algunas, las que mencionamos: en Mosquera la llamada "Tibaitatá", otra fue "Atos de Fun ...
Ha llegado dos mil veinticuatro y pienso que este año pasará volando ya se nos escapa enero. Un anuncio de sorpresa he leído esta mañana, resulta que un chino vuela, un auto chino que no es avión y carece de alas. A mi manera de ver es una versión gigante de los ya experimentados drones y que estuvo rondando por los cielos de Dubái . Con aerodinámica forma, de auto deportivo, tuvo a varios periodistas de espectadores y testigos de su presentación.
Recordé haber leído que curiosos bogotanos de hace 112 años esperaron ver volar el primer avión en nuestro cielo. Entre una gran caja de madera a Bogotá, llegaba, el año de 1911, un extraño cargamento procedente de Francia; contenía un avión biplano modelo Bleriot acompañado por su pilotó ...
CHAPINERO CACHACO Este fue el video ganador del Tercer Festival Cachaco organizado y patrocinado por la Alcaldía Menor de Chapinero en el año 2015, tuvo inmensa acogida entre el público que asistió al parque de Chapinero. Producción, Gonzalo Garavito Silva, Edición, María Fernanda Garavito Santos
EL ROSTRO DE BOLÍVAR, QUE FUE PINTADO
CUANDO EL MISMO POSÓ PARA SU RETRATO. Don José María Espinosa Prieto, pintor de nuestra Independencia. Por Gonzalo Garavito S.
En la última sesión ordinaria de la ACADEMIA DE HISTORIA DE BOGOTÁ, correspondiente al mes de mayo. Se conmemoró el aniversario del sabio bogotano, JULIO GARAVITO ARMERO. La exposición estuvo a cargo del Académico Gonzalo Garavito Silva y fue titulada “Julio Garavito Armero 150 años después”.
La Universidad Nacional, conmemorando los 150 años del nacimiento del matemático y astrónomo Julio Garavito Armero, realizó con mucho éxito la Cátedra con su nombre en la Facultad de Ingeniería.-1865 a 2015. Coordinación del profesor Emérito Marcelo Riveros Rojas.
En la Sociedad Colombiana de Ingenieros se rindió homenaje a quien fuera su Presidente el ingeniero Garavito Armero, en conmemoración de los 128 años de la Sociedad. Y de los 150 años del nacimiento del sabio bogotano.
Con la perdida profundamente dolorosa de dos magníficos académicos se está cerrando este año de 2020. En los primeros días de octubre nos dejó el presidente del Colegio Máximo de las Academias y de la Sociedad Geográfica de Colombia el ingeniero
Eufrasio Bernal Duffo inigualable gestor de la cultura colombiana e irremplazable amigo.
Iniciando este el mes de noviembre el día 12 falleció el doctor David Rubio Rodríguez quien fuera presidente del Patronato Colombiano de Artes y Ciencias y de la Academia de Historia de Cundinamarca, este inmenso académico e insuperable amigo dejó tras de sí una obra monumental.
En ambos desafortunados casos hacemos llegar a sus familias y a sus más cercanos parientes y amigos nuestras sinceras condolencias.
Gonzalo Garavito Silva.
Feliz Año
Terminando el año los bogotanos siguen respetando costumbres y tradiciones, no se diga las de Navidad que luego de la novena se escuchan las oraciones en los hogares y centros comerciales. Pero se acaba el año un par de días después del conmemorado "Día de Inocentes" en el que eran tradicionales las bromas que debían escusarse por ser ese día especial, emisoras, periódicos y en la programación de televisión a una hora fijada se pasaban las "embarradas" en los primeros años espontaneas, pero decayeron con la mala intervención de los presentadores. En este escrito aún no se sabe como serán las de este año 2024 lo que sí parece repetirse como tradicional es el uso de prendas amarillas el primer día del año, aunque una alternativa seria color verde de la esperanza. Se recuerda a las personas dando la vuelta a la manzana con maletas lo que aparentemente según el agüero le traería viajes, en los primeros años las maletas no traían rueditas pero ahora quien sabe cómo sería el bullicio al filo de la media noche, otra costumbre era la de comer doce uvas una cada campanada del reloj pero hoy no se escuchan campanadas sino sirenas y esto podría ocasionar que se atragantasen los agüeristas. Se cree que el decorar con espigas de trigo el primero de enero traerá abundancia y ojalá sirviera para que se regresara a incrementar los cultivos de ese cereal.
Finalmente, la quema del Año Viejo y al parecer existiría unanimidad en la quema del muñeco y que muy probablemente será el mismo en casi todos los hogares de Colombia.
FELIZ NAVIDAD PARA NUESTROS LECTORES
Hace muchos años, se preguntaba uno si era necesario y para quien, deberían timbrarse unas tarjetas con mensaje navideño. Se había llegado la época más tradicional de celebraciones en gran parte del mundo occidental. Bogotá tenía lo suyo. Gracias a mis años puedo recoger gratos recuerdos, cualquier tarde de mediados de diciembre en el centro y en los andenes de la ciudad se instalaban vendedores de lama, quiches y chamizos para decorar el pesebre. Las muy coloridas y elegantes tarjetas navideñas empezaban a circular por el correo urbano nacional e internacional cuyo texto se repetía. Deseando FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO. Volviendo a lo primero las tarjetas timbradas con mensaje personalizado a una tinta en letra tipográfica de molde rezaba: el y suscrito jefe de familia señora e hijos hace llegar cordialmente el mencionado mensaje. A la puerta de comercios y papelerías la famosa imprenta tarjetera, sonaba con su especial tintineo al bajar la palanca.
Por las calles de comercio, se escuchaba: la novena de aguinaldo, las chispitas mariposa, la gallinita que cantaba al halar el hilo, las casitas de cartón a lado de las figuras para el pesebre y el consabido portal con la sagrada familia los reyes magos, pastores y ovejas. En esas noches decembrinas aparecía el celestial y atronador chisporroteo de los totazos de voladores, y el terrestre de triquitraques, totes, torpedos, significaba que, en muchos hogares de aquel entonces, frente al pesebre familiar iniciaba: Benignísimo Dios de infinita caridad...
Quise darle vigencia a este recuerdo y este mensaje pues en los últimos años, resolvieron hacer tarjetas con el mensaje inocuo de FELICES FIESTAS, están dirigidas a la población Cristiana y Católica que es la población que celebra la Navidad y el año Nuevo conmemorativo del nacimiento de Cristo. Este nuevo mensaje es multipropósito para los no creyentes y les sirve para cualquier época del año.
BOGOTÁ CUMPLIÓ 486 AÑOS
El pasado 6 de agosto, Bogotá cumplió 486 años de fundada. La Academia de Historia de Bogotá, en una sesión muy especial conmemoró la efemérides con una nutrida asistencia en el salón Bolívar del parque Museo Mercedes Sierra del Chicó que estuvo decorado para el evento.
Contó con la asistencia de distinguidos académicos y personalidades destacadas de la cultura nacional. El presidente de la Academia don Gonzalo Garavito Silva intervino tocando el tema del acto fundacional de don Gonzalo Jiménez de Quesada, recordando la acción del conquistador que montado en su corcel desenvainó su espada diciendo que tomaba posesión de estas tierras a nombre de su majestad el rey Carlos V, también recordó las doce chozas construidas con techo de paja y la misa del Padre Las Casas.
A continuación, se refirió al nombre y a nuestro escudo de ciudad.
Leyendo lo relatado por Fray Pedro Pablo de Villamor
"El Rey Carlos V la confirió el honroso título de ciudad en 27 de julio de 1540; y para demostración de su ilustre nobleza, la dio armas y divisas para sus estandartes banderas, escudos y sellos" ; en la reunión se expusieron la evolución del escudo con diversas formas artísticas.
La ciudad nombrada Santafé fue renombrada, luego de la Independencia como Bogotá. Durante el acto el académico Pablo Uribe Ricaurte declamo unos magníficos poemas alusivos.
Muchos visitantes de nuestra gigante Bogotá se pasean por el barrio de La Candelaria en busca de revivir un cierto pasado de la ciudad que les transporte imaginariamente a esa ciudad colonial que ha desaparecido lentamente. Una mirada panorámica de la ciudad esconde esos vestigios del pasado y solo presenta los recientes edificios que siguen incrementándose sin límites. El pasado que busca aquel turista curioso que esté pretendiendo esas evocaciones, vale la pena comentarle de la existencia de un testigo que permanece de pie a pesar de sus años y que ha seguido como ninguno el desarrollo de una vida que quedó en el siglo XIX de hace hoy 221 años. En la carrera 8, unos pasos al sur de la Plaza de Bolívar el Observatorio Astronómico de Bogotá, es esa torre blanca y esbelta que fuera en su tiempo la más alta con sus 19 metros de altura y fuera declarada monumento nacional en 1975. Bueno que sepa nuestro turista que ese sitio albergó entre sus espesas paredes los primeros avances de la ciencia en nuestro territorio. Los nombres con que se evoca este monumento fueron don José Celestino Mutis, don Francisco José de Caldas y entre varios aquel que permaneció de por vida como director en esa torre don Julio Garavito Armero. Fue una novedad arquitectónica en su momento construido en medio de los jardines de la Expedición Botánica y fue el primer observatorio astronómico construido en América.
Así que el turista que pasee por la carrera octava, al verla sepa que desde 1803 está allí para contarle parte fundamental de la historia de Bogotá, en la actualidad a cargo de la Universidad Nacional y que, con un permiso especial, podrá visitar su interior
En el rio Bogotá
Para muchos de nosotros los bogotanos, hablar de agua sobre Bogotá era hablar de lluvias cuando no de aguaceros e inundaciones. olvidando el inmenso amor y veneración que nuestros antepasados los chibchas tenían por esos ríos que nacían en nuestros bellos cerros orientales y que bajaban de los páramos creando las corrientes del Manzanares y Vicachá hoy ríos San Agustín y San Francisco, ambos canalizados bajo la pavimentada ciudad.
Otras corrientes bañan la Sabana de Bogotá el Salitre, el Arzobispo, el Torca, El Fucha, el Tunjuelo corrientes que aportan a nuestro Rio Bogotá. Este poco valorado pero fundamental rio , se desestimó, dada la contaminación incontrolable ocasionada por las aguas contaminadas de nuestra gigantesca ciudad. Recuerdos del siglo XX nos traían malos olores y inmanejable descontaminación. Pero el milagro se dio y hoy, quien lo creyera empieza a ser navegable. Todo parece que se logró en la década de los primeros veinte años de nuestro siglo.
Ya no habrá que decir tengo que coger Transmilenio o Metro sino tengo que coger barco y te llego a cumplir la cita, al Occidente de nuestra Sabana habrá embarcaderos y rutas con horarios definidos, así que Bogotá tendrá transporte fluvial de superficie y no solo llegan las líneas de Metro, ojala que a nadie se le ocurra hablar de que este debe ser subacuático y que en este se puedan controlas los colados o mejor sería decirles los patos.
UN DIARIO BOGOTANO OLVIDADO
Este año se cumple el centenario de un casi olvidado y desaparecido periódico capitalino. Nuestra mirada a la historia de las publicaciones se reduce por lo general a los diarios más conocidos. Aquí el recuerdo de MUNDO AL DÍA periódico vespertino que se vendió con éxito en la ciudad de 1924 a 1938. Un diario que se auto proclamaba como apolítico, en sus páginas nos permite hoy dar una mirada a cien años atrás. Resulta atractivo pensar en el detalle de los avisos clasificados que se publicaban, el pasado jueves en la Academia de historia de Bogotá se hizo una exposición bastante completa del mismo, de esta publicamos unos fragmentos. Era este periódico dirigido por don Luis Carlos Páez, connotado periodista y era propietario don Arturo Manrique que empleaba el pseudónimo de Tío Kiosco, el jefe de redacción era otro grande del periodismo. Guillermo Pérez Sarmiento Tenía un formato reducido parecido al de tamaño tabloide, aparecía de lunes a viernes y un número especial los sábados.
Pero tanto en los clasificados como en los sueltos o notas locales publicadas nos transportan a un pasado sorprendente aviso- PARA ARRENDAR:
Quinta en Chapinero diez pasos del tranvía. Moderna, todas las comodidades $70 Teléfono 13-42,
Quinta en Chapinero, 753 carrera 14, jardines, 15 piezas, garaje, tennis y todas las comodidades. Arriendo puede verse 3 a 4 menos los domingos.
Otros dos llamativos clasificados:
Para ingenieros o navegantes, véndese sextante y cronómetro alta precisión, Calle 13 - 108
VendemosAutomóvil Mercedes, Pullman-Limuosine, de último modelo. su chasis, su motor, y su carrocería son únicos en su género Podemos asegurar que es el mejor y más lujoso automóvil que ha llegado a Colombia. informe calle 13 número 252 y 252ª
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Chofer mecánico con diploma, buenas referencias (…)
BAÑOS LAS DELICIAS CHAPINERO en la Calle 65 no. 28d y 28c entre carreras 8ª. y 9ª esquina de los jesuitas, están al servicio público los higiénicos, cómodos, elegantes y bien atendidos baños de regadera y ducha, fríos y calientes. Entrada separada para caballeros y señoras. precios 10 a 20 centavos cada baño El propietario.
Finalmente, este curioso aviso:
CON MAGNÍFICO SUELDO. Necesitase señorita que reúna las siguientes condiciones cuerpo elegante y desarrollado, piel lisa, bonita cara, ojos oscuros, dientes sanos. Edad, de 23 a 28 años
NOTA DE NUESTRA PARTE: aclarar que quinta es casa espaciosa con jardín). Que la cercanía al tranvía era ventajosa, pero quien sabe si solo a diez pasos sería inconveniente, y el valor de setenta pesos. en nuestra moneda no se pueden pagar en efectivo. Quince piezas garaje y cancha de tenis que sorpresa. También sorprendente el auto Mercedes. Los conductores de hoy pueden ser diplomados pero en otras profesiones. Baños de regadera y ducha deberían escasear. En el último aviso es bueno aclarar que el llamado a la linda señorita era por parte de Di Doménico Hermanos que era la primera productora de cine colombiano.
No podríamos cerrar esta nota sin presentar una imagen de MOJICÓN el personaje de la primera historieta cómica que se publicó en en un diario capitalino, dibujada por Adolfo Samper. (imagen esquina superior derecha).
FELIZ AÑO NUEVO CON VIRTUALIDAD
Creemos que nunca es tarde para desear a nuestros lectores un Feliz Año. Sea pues este, un momento especial y sincero para hacerlo. Primero que todo, saludemos al dos mil veinticuatro, aclarando que con el propósito de cuidar nuestra lengua procuramos alejarnos de modismos injustificados y el nombre de nuestro querido año nuevo no es veinte veinticuatro. Esa moda de partir las cifras a lo norteamericano nos suena a suma, es decir: cuando oigo veinte veinticuatro, instintivamente sumo, y pienso en cuarenta y cuatro.
Con este, nuestro saludo de año nuevo para los lectores; también, como un añadido atrevido, deseamos aventurar para el que llegó, algunas predicciones sin ínfulas de adivinos.
¿Será que, para hacerlo, deberíamos consultar con la inteligencia artificial? Ahora a que se anuncia que por culpa de esta "IA" muchas profesiones y actividades humanas serán obsoletas y parece apropiado que, una de estas sea la de pitonisa entre varias. Con la seguridad de que las predicciones, apoyadas en la ley de probabilidades, desarrollada por la "IA", también por parte de la misma revisando estadísticas milenarias que llegarían más allá de lo que supusiera nuestra limitada imaginación tendría la más excelente probabilidad de acertar.
Pronostiquemos entonces de nuestra intuición:
- La nombrada "IA" inteligencia artificial será protagonista en el mundo entero incluida nuestra capital.
- Los medios de comunicación radio difundidos seguirán diciendo veinte veinticuatro y no dos mil veinticuatro, como dios manda.
- El tráfico capitalino seguirá congestionado, de no ser que alguien opine lo contrario.
- Que el tiempo en nuestra ciudad ya no se medirá en días o meses sino en metros.
- Que el Fenómeno del Niño, al sol de hoy, no nos resultará tan infantil pues anuncian que será muy severo.
- Seguiremos siendo entusiastas del idioma inglés, como los son hoy nuestros capitalinos que son felices cantando en ese idioma sin entender lo que dicen las letras.
- Que seguiremos echándole la culpa de todas las calamidades a la pasada pandemia.
- Que los irresponsables seguirán buscando recursos para colarse en Transmilenio
- Que al final de este año, por estas fechas o unos días antes, estarán deseándose un feliz veinte veinticinco...¡perdón, dos mil veinticinco!.
Gonzalo Garavito S.
NAVIDADES PARA RECORDAR
La memoria no abandona los buenos recuerdos, y seguramente todos los tenemos cercanos a esta época navideña. me parece estar caminando por la carrera 13 de Chapinero o lo propio en algunas calles del centro de nuestra iluminada capital escuchando unos tras otros los ofrecimientos de lama para el pesebre, casitas para decorar con portales de cartón, con pastores y ovejas , o las animadas ofertas de la pólvora para las celebraciones, las chispitas Mariposa y en general esto ocurría solo en el esperado mes de diciembre, por aquellos días de los años sesenta o setenta del siglo pasado, la Navidad no se anticipaba tanto como nos ocurre ahora que desde octubre empiezan a jugar a los aguinaldos al sí y al no, si alguien me preguntara sobre si me agrada la anticipación, diría que NO y si repreguntan que prefiero que época empiece con la noche de las velitas, digo que SI. El 16 de diciembre contando las tarjetas que nos han llegado, rezando la novena de aguinaldos con el gusto de apostarlos en la época que corresponde con los amigos, hermanos primos o parientes que tal al dar y no recibir o esperar luego de una de esas felices Nochebuenas y Navidades ya rezadas las nueve noches, con el Benignísimo Dios de infinita Caridad y cantando ven a nuestras almas ven no tardes tanto. Comidas música alegría y encuentros afortunados, hasta que llega el 28 para decir: pásela por inocentes. Y ya llega el nuevo año así que esperaremos que, en el próximo septiembre integrado con el Halloween, se vuelva a decir estamos en Navidad, es decir en Navidad comercial y porque no decirlo con la figura notable de San Nicolás, nuestro querido Santa Claus o Papá Noel con su trineo mágico volador arrastrado por sus nueve renos, pero si no hablé en extenso de este amable personaje ojalá me perdoné y me regale un sonoro Jo, Jo, Jo.
NOTICIAS DE CALLE
Nuestra sorprendente Bogotá ha cambiado en 100 años, y de qué manera. Las vías y la circulación vehicular de hoy es caótica, como la de varias ciudades de nuestro siglo, No sabemos, si sea consecuencia del progreso o la falta del mismo en el desarrollo de una proporcionada malla vial. Sea como sea, el aspirante a la alcaldía podrá encontrar un nuevo y creciente problema la "inseguridad vial". El llamado Observatorio de Movilidad de Bogotá nos cuenta de la ocurrencia de 140 accidentes fatales entre motociclistas; cifra, hasta estos días de agosto de 2023 y con respecto a los datos del año anterior ha habido un incremento de 20%. ¿será conveniente que empiece a plantearse la urgencia de moto vías? Respecto a los autos, el dato que llegó para 2021 publicado por la Secretaría de Movilidad hubo 75 mil choques simples .
El choque simple que mojó prensa en 1923 es el que trascribimos a continuación ¡qué contraste! (Tomado del Periódico EL MUNDO AL DÍA de enero 23 de 1924 página 11)
"Encuentro de dos automóviles los automóviles números 30 y 306 se encontraron en el cruzamiento de la carrera octava con calle 16. Los hechos sucedieron así. el automóvil numero 30 circulaba a regular velocidad por la carrera octava con dirección Norte chauffeur señor W.H. Venn de la Marconi Co. y al llegar al cruzamiento de la calle 16 se estrelló contra el número 306 que bajaba el cual era conducido por el chauffeur Eurípides Barbosa que venía a tomar la carrera octava, y fue sorprendido por el número 30. Ambos vehículos sufrieron daños: el primero recibió daños de consideración como fue la torcida de la punta del Chasís, el guardabarros derecho y otros de importancia: al segundo se la zafaron las llantas delanteras. Así mismo como el poste de la luz que allí había recibiera el golpe quedó roto por la base. El caso lo remitió el agente 552 Emeterio Bolívar"
MATINAL, MATINÉE, VESPERTINA Y NOCHE
A la última página de los diarios se recurría para programarse cuando, los antiguos cachacos, deseaban asistir a cine, no sucedía lo de hoy, que simplemente se emplea el celular para escoger la película y las entradas.
Las viejas páginas de los periódicos a finales del siglo pasado anunciaban con una cartelera interior y al final una ricamente ilustrada. Por orden alfabético aparecían los teatros, en Bogotá iniciaba en 1975 Aladino, Almirante, etc. eran los días en que se proyectaba, en estreno LOS SANGUINARIOS con Charles Bronson y Tony Curtis. En vivo existían espectáculos como en el teatro Municipal Gonzalo Henao con su ANTOLOGÍA DE LA ZARZUELA, en el Teatro Colón se anunciaba por esos días de octubre el Valet Español de Manuela Vargas y existía el Café Concierto de la séptima en Chapinero con la obra: de GENERACIÓN EN DEGENERACIÓN. Estas noticias tomadas del archivo del diario EL TIEMPO para esos días.
El teatro prácticamente desplazado por el cine cedía su salón con su tradición elegante como los pesados cortinajes que lentamente se abrían, luego de silenciar la música clásica que precedía el inicio de la función cinematográfica. Clasificados por sectores se contaba con 87 salones. Todo ha cambiado hoy en Bogotá los cines se integraron a los centros comerciales, ya no existe la cinta de 35 o 70 milímetros para proyectar, ahora son sistemas digitales.
Una mirada atrás, a la época de nuestros padres, se escuchó el nombre del comediante Campitos y sus presentaciones en vivo; la proyección cinematográfica de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ en el TEUSAQUILLO, LA NOVICIA REBELDE en el PALERMO, ATRÁPAME SI PUEDES en el OLIMPIA. Hoy debemos decir que de alguna manera las pantallas de los televisores han alejado en alguna proporción los espectadores que querían romper la monotonía del hogar y aceptamos que el video que veremos los bogotanos podía llamarse ¡Lo que el tiempo se llevó ¡
La Bogotá que recuerdo
Pedaleaba cómodamente en el Parque Nacional, en mi bicicleta Jackson rin 24 modelo 52, la que de niño me había llevado a muchos lugares siempre autorizados por mamá porque había sido un niño obediente, digamos hasta este día. Esa tarde estaba acompañado de unos primos que compartían el paseo. Mi agradable pedaleo no ocurría por senderos corrientes y señalados, otro tanto realizaban mis primos que tranquilamente hacían conmigo giros interminables dentro de una pileta circular con agua turbia de pocos centímetros de profundidad cercana al monumento de Rafael Uribe Uribe. No sé, si aún existe el mapa de Colombia en relieve que me fascinaba como dudo también de la existencia de la pileta de mi cuento. Serían las cuatro de la tarde cuando descubríamos que nuestras llantas de caucho despejaban el limo del fondo y descubrían brillantes y coloridos mosaicos que estarían ahí desde su construcción. Maravillados por el hallazgo de la obra de arte seguíamos sin dejar centímetro sin limpieza, pero el destino estaba por jugarnos una mala pasada y eso que la tarde no amenazaba lluvia ni truenos y menos tempestad. Nosotros mirando el piso fascinados no percibimos que se acercaban sigilosos a nosotros unos individuos de uniforme azul oscuro, y cuando acordamos estaban ya muy cercanos, con mano firme tomaron los manubrios de nuestras bicicletas, yo miraba aterrado la captura y aunque éramos cuatro ninguno tuvo oportunidad de escapar. Nos llevaron como prisioneros a una caseta de administración unos cuatrocientos metros arriba. Tuvieron eso sí la amabilidad, como se la dan a los detenidos más peligrosos, de emplear el teléfono de forma muy incómoda pues era uno de los guardas quien sostenía la bocina y luego de marcar el número dictado decía: le van a hablar. Expresión que a cualquiera de nuestras madres hubiera matado del susto, pero, creo que fue mi tío, el padre de mis primos quien recibió la llamada. Tuvimos que esperar un par de horas mientras que el tío se desocupaba en su oficina y logró acercarse a rescatarnos con todo y bicicletas. La suerte finalmente estuvo de nuestro lado, no recibimos un regaño que sospechábamos que llegaría de ese tío enérgico sereno y autoritario. Explicó buenas razones a los empleados del parque, al punto que al final le dieron disculpas. Sigo pensando que en el fondo de las cosas siempre hay algo bueno, talvez en nuestra ciudad no sea tan complicado encontrarlo.
UN PASAJE PARA BOGOTÁ
En diciembre del próximo año y precisamente pocas horas antes de la Noche Buena de 1884 se cumplirán ciento cuarenta años en que los vehículos de trasporte masivo rodaron por nuestras calles y de que los curiosos cachacos se pudieron montar y viajar en ese extraño vehículo: el Tranvía de Tracción animal que estaba utilizando la cuidadosa instalación que hubo de hacerse drenando los múltiples charcos que generaban lodazales en nuestra lluviosa capital, y contra variadas adversidades, los rieles se terminaron de tender entre la Plaza de Bolívar y la plazuela de la Recoleta de San Diego, hoy en nuestra calle 26. Al poco tiempo la vía se había prolongado hasta las afueras de la ciudad al creciente poblado de Chapinero. Este tranvía inicial conocido como tranvía de mulas había llegado luego de un contrato con William W, Randall. El documento quedó registrado bajo el acuerdo 22 de del 28 de octubre de 1882.
Tal evento y recuerdo nos trae a la memoria a los colados del tranvía que burlaban al cobrador que con dificultad hacía recaudos persona a persona, bajaban y subían de este vehículo prácticamente sin control, pero los responsables y reconocidos con el servicio daban ejemplo pagando su pasaje.
Quien hoy ha viajado en Transmilenio y lo había hecho en años anteriores, recordará un cierto grado de civilización que día a día fue desapareciendo. No creemos que la nueva puerta de seguridad detenga a los irresponsables; recordamos, que hasta hace poco tiempo, nadie subía comiendo, ni consumía alimentos al interior de los vehículos articulados. ¿Acaso los cachacos éramos mejores? ¿Acaso ya el ser honrado no tiene importancia? ¿Acaso, con este tipo de habitantes, podemos solicitar que haya seguridad en nuestra capital?
Puede servirnos de consuelo que por encima de todo, Bogotá sigue siendo una gran ciudad, amable generosa que tiene un pasado de gente buena y trabajadora. Es posible que ocurra, en opinión muy personal, que una ciudad sea superior a sus habitantes.
ENCADENADOS AL CELULAR
Quizá fue a mediados de 1997, cuando cedí a la tentación de adquirir uno de esos aparaticos de moda que empezaban a hacerse camino en Bogotá.
No estaba seguro del servicio que pudiera prestarme; lo sacaba de su caja lujosa le ponía la antena enroscada y lo miraba atento por todos los ángulos.
Lejos de sospechar la trascendencia universal que traía, no fue para mí muy útil durante un par de años. Lo veía como una especie de lujo innecesario que portaban algunos exhibicionistas. En esto pude encontrar mis razones en el libreto de Fernando Gaitán, para “Betty la Fea” en el que pone al personaje de Nicolás a pavonearse y exhibirse con el aparatito buscando seducir a Patricia la Peli-teñida.
Como imaginar en esos tiempos felices que nos llegaban cadenas de las que no podemos liberarnos hasta la fecha que escribo estas líneas.
Quién será el personaje, él o ella que se atreva a salir de casa sin su complemento. La esclavitud ha revivido, esclavos de la tecnología que ya estaban cocinándose desde la aparición de la red de la Internet hacía un par de años. Hoy por hoy que nadie se diga libre como lo había sido durante la década de los ochenta, claro los que nacieron algunos años después de esas fechas no lo pudieron percibir porque la cigüeña se comunicó por celular con sus padres antes de aterrizar.
¿La cadena a que me refiero será perpetua? Quizás lo sea mientras la tecnología tenga la ocurrencia de impactarnos sensores en el cuerpo que nos permitan comunicarnos o informarnos de la misma manera que respiramos.
Estoy convencido de que al contestar este test usted podrá establecer su condición de esclavo de celular.
1.- Si al salir se le queda el celular en casa, ¿usted regresa por él?
2.- ¿Cuándo emprende un viaje se cerciora de que su celular lo acompaña?
3.- ¿En la calle no prescinde de hacer consultas necesarias o innecesarias?
4.-¿Cuando está en un restaurante, mientras llega la comida, consulta su celular?
5.- ¿Si tiene mascota y la lleva a pasear carga su celular, por si se ofrece?
6.-¿Revisa su whatsApp como la primera opción en la mañana?
7.- ¿En el comedor de su casa, el celular está sobre la mesa?
8.- ¿Se queja de que entren llamadas inoportunas pero no por eso lo abandona?
9.- ¿ Se preocupa pensando si algún día los celulares dejaran de funcionar?
10.-¿Cuando visita el baño, el celular es compañero de sus necesidades?
11.- ¿Se siente inseguro nervioso en la vía pública sin celular?
12.- ¿Llevael cargador de la batería por si se ofrece?
13.- ¿Duerme más tranquilo si el teléfono está al pie de su almohada?
14.-¿Tiene variados juegos en su celular?
15.- ¿ No resiste la curiosidad cuando le suena la campanita de un mensaje?
Si ha respondido al menos 12 de las 15 es usted definitivamente presa de la adicción; será difícil que la deje. Recuerda que si lo intenta… todos los esclavos sienten nostalgia de sus cadenas.
Tuve recientemente, en un viaje que hice en nuestro bogotanísimo Transmilenio, la oportunidad y la curiosidad de contar pasajeros, y de estos, cuántos se les veía con el celular en mano. De veinte vi, claramente que 18 lo portaban y lo usaban en el viaje.
Gonzalo Garavito Silva
ECOS DE LA MEMORIA
Es posible que nuestros lectores, y ojalá sean muchos, me acompañen y encuentren en lo que escribimos lugares comunes o mejor, recuerdos comunes. La memoria sonora con los voceadores de prensa por las calles cuando apenas superábamos la mitad del siglo pasado y parecería que despertaban la ciudad: Tiempooo, Siglooo, Espectadooor . Simbolizaban estas voces una época, una forma de vida, aún estaban muy lejos los medios digitales de comunicación. Imaginamos la época de los abuelos, los años veinte, que en las tardes salía un nuevo medio impreso el "Mundo al día" uno de los diarios vespertinos con gran despliegue gráfico, novedad por aquellos días.
Hoy en Bogotá ya no nos despiertan los voceadores de prensa; quizá no sobresaltan los compradores de chatarra y en nuestra ciudad poco se leen periódicos impresos y poco se escuchan aquellos ecos del pasado, aparte del pitito breve del celular o del móvil que llaman los españoles, para decirnos que la noticia del día es el refrito que te comparten y ha sido reenviado muchas veces.
Nostálgico es aquel disco que presentó, cuarenta años atrás, Víctor Mallarino con los evocadores "Pregones de Bogotá": voces como: lotería para hoy… compro botellas frascos papel… el de los periódicos matutinos ya mencionados.
Como cualquier ciudad, van desapareciendo, a nuestra manera de ver, aquellos lectores de prensa callejeros, o los que periódico doblado bajo el brazo lo desplegaban en cualquier momento oportuno o inoportuno.
Ahora el celular, te informa, te conduce, te advierte, te anuncia, te solicita y te roba la primera atención del día. Si este escrito lo estás leyendo en tu celular: ¡bingo! a lo mejor llegamos primero.
Gonzalo Garavito Silva.
LOS SÓTANOS DE LA JIMÉNEZ
Bajo el frecuente cielo plomizo bogotano, mi tía Lola, una mañana de domingo invitó a dos de sus sobrinos a cine. No superábamos los seis años ni mi primo ni yo y partimos de Chapinero con mi tía en el carro de papá que se ofreció a dejarnos y a recogernos luego de la función. Serían las once de la mañana cuando parqueamos a pocos metros de una extraña estructura metálica situada en la esquina de la carrera séptima con Avenida Jiménez, sus gruesas ornamentaciones tenían apariencia de prisión o de jaula para fieras en algún circo.
Entrabamos lentos a los famosos sótanos bajo el pavimento y el tránsito automotor sobre el antiguo cauce del rio San Francisco.
Para mis ojos de niño todo era novedad, descendimos por una escalera de la mano de la tía a un oscuro túnel; un afiche mal iluminado mostraba las graciosas sonrisas de Laurel y Ardy con el nombre de la película FRA DIÁBOLO.
Este día asistí por primera vez a cine en ese extraño salón que se llamó el New Reel, unas sesenta sillas en la oscuridad profunda, una función de matinal que llegó a despertar en mí sentimientos encontrados, inolvidable experiencia agridulce que me motivo a investigar más allá de mi experiencia y motivó este corto relato. ¿una escuela de arte dramático?
¿ un estudio especializado de grabación? ¿ un pasaje comercial? ¿el teatro “Luis Enrique Osorio”, el teatrino para niños “Gabriel Esquinas” ¿una locomotora de vapor enterrada? ¿ un museo de cera?
Todo esto es parte de nuestra historia bogotana, esta vez bajo tierra. Texto completo en esta página (ver UNA MAÑANA DE PELICULA)
UN CERRO PARA RECORDAR
Escuché por casualidad a una jovencita extranjera que al pasar sus primeros días en nuestra capital dijo con firmeza y seguridad: lo que más admiro de esta gigantesca ciudad son esos cerros que la enmarcan, tienen un encanto natural. Bogotá esta tendida plácidamente de sur a norte al pie de esa acogedora protección natural. En los cerros próximos al centro dos santuarios son un atractivo turístico en lo alto de cada uno: Monserrate con su templo al Señor Caído. Al sur, en otra cima del cerro anexo un pequeño templo y la inmensa escultura de la virgen de Guadalupe.
Para elevarse y visitar el templo de Monserrate se construyó un funicular que se puso en funcionamiento en 1929, solución para el fatigoso acenso de todos los cachacos que aceptaron la novedad con entusiasmo. Pero pronto con la precisión suiza se construyó un teleférico que por los aires suspendido de cables llevaba al turista al mismo destino en 1955.
Pero a decir de nuestra joven el mérito no es de los hombres sino de la naturaleza que le regaló a la ciudad ese bello límite oriental. Confieso mi encanto al visitar mis recuerdos cuando entro en el restaurante que funciona al pie del templo. Allí en medio del cerro se reconstruyó la bella y maravillosa casona que pieza por pieza se había trasladado al cerro, casona inmensa de estilo francés que, para mí, tiene leyendas equivocadas.
En esa casa que inicialmente estaba ubicada en la carrera séptima sector de Usaquén, tuve la suerte de pasar formidables temporadas con mis grandes amigos los González, allí en medio de los cuidados jardines por los que uno accedía para llegar a la zona social y a la sala donde estaba el piano y más allá el gran comedor. Al fondo aún se conservaba una antigua piscina y un lugar para guardar los viejos coches de caballos, con un depósito donde el padre de la numerosa familia el ingeniero destacadísimo Guillermo González Zuleta propietario de la reliquia, guardaba archivos valiosos de sus planos con sus proyectos del pasado. Allí con mis queridos amigos de esa gran familia proyectamos y construimos una lancha, allí se guardaba un pequeño y lujoso yate que llevábamos al Neusa, allí más adelante pusimos por un corto tiempo un centro de educación técnica “San Lorenzo”, allí se quedaron enredados mis bellos recuerdos que se subieron al cerro de Monserrate.
GGS.
LA NORMALIDAD HA REGRESADO
Regresábamos de Cartagena cuando notamos que los pasajeros y la gente en el aeropuerto usaban tapabocas una novedad para mí en ese momento, lo había utilizado para investigar en libros antiguos y poco más. Estaba por llegar el año de 2020 y en nuestra Bogotá se había extendido la alarma, el mundo alertaba sobre el Covid 19 virus extremadamente contagioso y para los entrados en años poco menos que letal. El resto del cuento es historia, protocolos que buscaban detener lo desconocido con lo conocido como lavarse las manos minuto a minuto. Un año, dos años y contando...
Henos en 2022 y sobreviviendo en nuestra querida ciudad, el otro día me pregunté de los cambios que afrontamos y para comparar el pasado 2019 con el presente, 2022, me hice unas preguntas, que convertí en un test para responder: sí o no
¿es hoy la misma populosa capital que existió antes de la pandemia?
LA NORMALIDAD HA REGRESADO...
Síntoma 1. ¿Ha observado si el tráfico de vehículos se ha congestionado?
Síntoma 2.- ¿ El trasporte público sobrepasa sus cupos?
Síntoma 3.- ¿Los vendedores ambulantes inundan los andenes?
Síntoma 4.- ¿Le han robado o han intentado robarle el celular?
Síntoma 5.- ¿Qué las filas son interminables en bancos y corporaciones?
Síntoma 6.- ¿Qué se ha regresado a cine y a espectáculos públicos?
Síntoma 7.-¿Que ya no le hablan tanto de la pandemia como de la guerra?
Síntoma 8.- ¿Le invitan a reuniones no siempre al aire libre?
Síntoma 9.- ¿Ya no le hablan de curas milagrosas o de remedios de vecinos para la pandemia?
Síntoma 10.-¿Ya no utilizan la pandemia como disculpa, para incumplimientos?
Síntoma 11.- ¿Ya, no le llegan tantos mensajes de WhatsApp para alarmarlo?
Síntoma 12.- Ya no piensa que cualquier síntoma de gripa o parecido es Covid?
Todo cambió, lo bueno de la virtualidad, se queda y lo bueno de la actividad presencial regresa.
Si sus respuestas, en su mayoría han sido sí
Así que, Bogotá... ¡HA REGRESADO A LA NORMALIDAD!
LA BOGOTÁ QUE SONÓ
Cuentan las crónicas de nuestra ciudad, que los sonidos que retumbaban en los cielos bogotanos durante los primeros siglos, no eran otros que los repiques de los muchos campanarios de las iglesias que con sus conventos eran los principales edificios de la ciudad; de resto era una ciudad silenciosa a la que solo, a principios del siglo pasado, le llegaron los pitos de los autos que se multiplicaron sin límite, mientras desaparecía el nostálgico pito del tren de vapor.
Hoy, la metrópoli que conocemos, nos altera con nuevos sonidos urbanos atronadores que superan con 72 decibeles, limites adecuados para el bienestar auditivo.
Para nuestro consuelo, la llegada de sonidos nuevos y moderados no fue molesta, así que en los primeros días de la década del treinta iniciaron trasmisiones una que otra emisora en Bogotá como el caso de Colombia Broadcasting que cambiaría su nombre en español por emisora Nueva Granada. Dando un salto a otro pasado más cercano , setenta años atrás, aquí unas curiosidades que pocos o muy pocos recordarán, sintonizando un escaso dial: la noticia: "la gente en casa debe esperar a los empadronadores para el censo de 1952" en ese día de encierro, se pudo escuchar el Concurso para aficionados, buscando estrellas de la "Emisora Nuevo Mundo" animado por Jorge Antonio Vega. Por otro lado en la emisora "Mil Veinte" un concurso similar, en busca destellas con talento. ¿Acaso revivido, setenta años después... con espectaculares escenografías en televisión y nombrado cono: " Factor X"?
Programaciones parecidas sonaron en los receptores de radio en Bogotá, estaban trasmitiendo: La Voz de Colombia, la Nuevo Mundo, la Radio Nacional, la vos de la Víctor. En la radio Santa Fe, también se presentan en concursos de cantantes aficionados en este emerge el gran Víctor Hugo Ayala; y es que, los concursos estaban de moda, está también; "Dígalo con Música de Radio Continental" otros títulos como: " Cante si Puede"... ¿Luego en TV en el año 92, "Cante aunque no Cante"?,
"El telefonazo LUA". La multiplicación de concursos rebajó la calidad de los premios es el caso de entregar una botella de vino y unas galletas. En otros, casos gracias a patrocinios, premios muy atractivos como el carro fantasma que llega a su puerta y si está escuchando el programa radial recibirá 200 pesos, un pequeño capital en ese tiempo. Así sonaba por las ondas hercianas nuestra bella ciudad de hace 70 años.
Pero no se pueden terminar estas líneas, sin aportar algunos nombres de programas sueltos: "Montecristo en el Hotel Bochinche". En la noche: "Apague la luz y escuche" "Las aventuras del capitán Silver y Ojo de Águila" este último en la famosa voz de Ricardo Montalván. Un par de años después llegó la televisión, para los Televideaudientes así llamados por Enrique Uribe White. Seguirán retumbando en pocas memorias los nombres de esas voces que saludaron a Bogotá: Fernando Gutiérrez Riaño, Víctor Mallarino, Jorge Antonio Vega, entre tantos.
No he sido muy amigo de la dependencia que hemos tenido de ese aparatito negrito y pequeño que nos ha esclavizado. Nuestro indispensable Smartphone nos acompaña de día y de noche: ¿Quién será el santo varón, que diga con juramento, salgo de mi apartamento y allí dejo mi esmatfón? ¿Y quién el otro valiente que diga yo no lo llevo, aunque lo lleve la gente?
Yo lo he intentado, pero me siento inseguro y he preguntado a Raimundo y a todo el mundo y nadie está dispuesto a dejarlo, ni siquiera por una hora. Nos ha hechizado. El celular no depende de nosotros, nosotros dependemos de ese pequeño monstruito que a la larga nos ha ayudado en este desvencijado planeta. No hace muchos años se veía a los comerciantes de la calle ofreciendo en voz alta: minutos a celular. Ha disminuido ese comercio, pero nadie está exento de hacer una llamada en el momento menos esperado o recibirla en medio de cualquier incomodidad. Es un elemento ahora indispensable en la vida diría y el que piense lo contrario que, no le gusta la tecnología ni quiere entenderse con lo nuevo pues que me mande un WhatsApp. Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida y pocas tan placenteras como la que me di esta tarde; la encontré en YouTube a partir de mi celular, madre e hija adorables me enseñaron a desayunar con tostadas francesas, -que c'est bien- Un tierno comunicado, simpático y ameno a la manera de influenciadoras o youtubers me impactaron, ¡qué simpatía! Vean a ver si no? ¿Quién no se suscribe? a GABI Y MAMI.
Gonzalo Garavito Silva
BOGOTÁ EN NAVIDAD
Ya en esta semana aparecen las velitas que en muchos lugares del país se encienden conmemorando la fiesta de la Asunción de la Virgen, no sé si en otras latitudes tengan estas tradiciones y por tanto presento algunas especiales que los cachacos (bogotanos) se saben de memoria. En las puertas y en las ventanas ya al frente de muchas viviendas como dije encienden las mencionadas que se encierran dentro de faroles artesanales. Empiezan con esto las festividades navideñas, los niños corren alegres sabiendo que duran te el resto de la Novena de Aguinaldos, se puede jugar a "la pajita en boca", "Al dar y no recibir", "Al sí y al no", juegos en el que el ganador recibe un premio diciendo "Mis aguinaldos". Para no alargar este relato, el que esté cerca de un colombiano pregúntele como es el cuento. Tradiciones tan extendidas que se conocen en algunas partes de Suramérica. Las familias bogotanas arman un pesebre, en otras latitudes llamado un "Belén", o "las posadas", frente a este hacen oración durante las nueve noches preparando la llegada del Divino Niño. En épocas pasadas se tachonaba el cielo con alegres voladores y todas las calles se veían iluminadas con "fuegos pirotécnicos". Alegría sin interrupción hasta "La Noche Buena" del día 24 de diciembre, víspera de la Navidad. A los niños les llegaban regalos de parte del "Niño Dios", ahora a los hogares les llega, el popularísimo y mundialmente famoso "Papá Noel" que ya había hecho su incursión en la mayoría de las pantallas y medios digitales del mundo occidental. En la mesa bogotana, por tradición se sirve en esas fechas el "ajiaco" los "buñuelos" y una "natilla", de nuevo para no extenderme en mejor recurrir a un colombiano, el dirá a qué saben esas delicias de la gastronomía navideña.
Finalmente, los comercios están llenos, Bogotá acepta y parece que renace el optimismo y la recuperación luego de la prolongada pandemia. Feliz Navidad que el regalo sea por la vida: todo el esquema de vacunas.
¿ADIÓS AL SOMBRERO Y A LA RUANA?
Algunos cambios son imperceptibles se suceden sin alarma y sin aviso. Mirando algunas fotografías del pasado, de esa Bogotá de mediados del siglo XX, que si bien, tenía novedades recién llegadas como la televisión, también tenía novedades de salida como las amables costumbres de buen tono, el ceder el paso a las damas, darles paso prioritario, un lenguaje respetuoso para ellas, abrirles la puerta dela auto, pasear con ellas cediéndoles el paso interno del andén. También se perdió el saludo respetuoso, naturalmente descubriéndose en esas épocas que se usaba sombrero, como al ingresar a un salón concurrido. Todos esos detalles galantes de civilización se fueron para no volver, pero se les pegó el sombrero que con la costumbre también fue perdiendo espacio. Al poco tiempo de fue el sombrero primero el de las damas y luego el de los caballeros. Famosas sombrererías de la calle novena disminuyeron sus ventas y en las fotos que mencioné al principio no aparecía cachaco sin sombrero. Más reciente es notable el desuso de la Ruana que parece muy escaso en estos días. Es asombroso notar que en la cuna de las mejores ruanas ya no se lucen por las calles Ni en la mismísima plaza de Paipa Boyacá. Se fue el abrigo de la ruana con las nuevas modas y nuevos modales. No existen ya los ruanetas y nadie se puede poner de ruana una fiesta
UN CUMPLEAÑOS CASI OLVIDADO
No es de extrañar que con el paso de los años los aniversarios sean celebrados por las polillas, o por los que se sienten apolillados. El pasado 6 de agosto se cumplieron 483 años de la fundación de nuestra linda Capital, es de recordar que para bien o para mal, es y será una de las más importantes ciudades de América. Aquí, han llegado todo tipo de emigrantes, bajo su bandera y su escudo nuestros antepasados encontraron soluciones de vivienda y un espacio para la vida. Gracias don Gonzalo Jiménez de Quesada, le quedó bien situada. Aunque tarde lo recordaremos en este mes de los vientos de agosto que no deben ser más los vientos del olvido.
QUE BELLA ES BOGOTÁ
A veces me pregunto si Bogotá es verdaderamente el resumen de tantos y tan diversos habitantes y que se debe a tantos constructores venidos de todas partes de Colombia. Hoy veo una Bogotá que ha progresado por encima de las dificultades, de gente que en todos sus rincones respira ganas y trabajo. Recuerdo a la lejanía la herida que sufrió en el conocido como el "Bogotazo" de 1948 y como con fe y empeño fue renaciendo con ayuda de tantas voluntades de progreso con inversionistas que han creído en ella. Estamos llenos de industrias, con extensas posibilidades de trabajo, y brillan magníficos locales con inmensos almacenes de comercio a lado de Bancos que mueven la economía. Se decía y es vigente "el que llega a la ciudad no se muere de hambre" y se dice también que "en Bogotá se encuentra de todo". Existen vendedores informales por los que muchos gobiernos se han preocupado y logran salir adelante y siguen sudando por sus hijos en el mismo rebusque, se quieren formar estudiar para seguir empujando el progreso y el bienestar familiar. Circulan en la ciudad por unas muy extensas redes de vías con grandes avenidas 1.300.000 autos y 400.000 motos otro tanto más en buses y colectivos. Solo con esfuerzo de generaciones damos gracias, abuelos, padres y jóvenes empeñados que luchan por estudiar para seguirle aportando a nuevas generaciones. Existen en la ciudad 174 colegios entre oficiales y privados 534 jardines infantiles y 195 instituciones de educación superior repartidas: entre técnicas y para el trabajo. 170 excelentes centros comerciales y dispone de 5.134 parques de carácter público las salas de cine bogotanas son 337. Hablar pues de Bogotá en números es muy extenso de todas da cuenta del trabajo de los que la han construido, hoy la disfrutamos como una de las metrópolis más grandes de Latinoamérica, ¡si llegas a Bogotá siempre eres bienvenido, estamos llenos de oportunidades!
GGS
UNA BOGOTÁ DEL "PASADO" Cuando la epidemia del 18 había "pasado".
Una bella portada del Semanario El Mundo al Día, dibujada por: Adolfo Samper, que en la década de los veinte; de 100 años atrás, publicó el periódico MUNDO AL DÍA , dirigido por Luis Eduardo Páez, nos recordó aquellos espectáculos que gustaron a nuestros padres o abuelos.
Para este número de abril de 1924 existía otra Bogotá, aquella llena de habitantes sofisticados con gustos refinados, varios asiduos asistentes a teatro, a la Ópera o la Zarzuela y otros gustaban la novedad del cinematógrafo. Una noche de aquellas los bogotanos pudieron escoger: En el Salón Olimpia la cinta "La bella de los Bosques" , en el teatro Municipal la compañía de Gerardo Nieva, la comedía "Amor, Rey del Mundo".
Los que escogieron la ópera en el Teatro de Colón se encontraron con el programa de esa noche: la compañía de opera BRASCALE con la soprano Pina Garavelli y el tenor Cortis, presentando "La Traviata" famosa ópera de Verdi.
Pero la temporada continuó, y al mes siguiente, se presentó la anunciada ópera Tosca con la actuación del barítono Tita Rufo, y su versión de Scarppia, los asistentes del 13 de mayo de 1924, dijeron, de esta función que fue, en los anales musicales, la mejor representación de la ópera que se haya visto en Bogotá.
¿Será oportuno?
Se abren los colegios, con las debidas medidas de seguridad, los niños menores están aprendiendo la palabra protocolo: A ver Juanito: ¿cómo se escribe protocolo? - con cuidado Profe y haciendo cuatro "oes" redonditas. Los compañeritos reirán a gusto.
Aparentemente todo se apoya en la conducta, no solo en la entidad educativa, sino que todos los niños pequeños, sin excepciones, anden bien educaditos y obedientes, cualidad que pocos o ninguno a esa edad tienen; ¡todos sabemos lo divertido que es ser desobediente!
No tenemos remedio, es la naturaleza humana, la que ni por el forro conocía la palabreja protocolo, y que solo suena de un año para acá.
Es de preguntarse, si para retornar a las aulas: después de esperado lo más, no será prudente esperar lo menos. Aceptar que toda la familia del menor en las aulas o sus padres pueden defender su derecho a la salud. La presencialidad, debe seguir siendo voluntaria y podría convertirse en obligatoria, después de la vacuna. Y como debería llamarse ¿La nueva normalidad? POS VACUNA.
NUESTRA CIUDAD POR VACUNAR
De entrada, al año veintiuno del siglo veintiuno. Se era mayor de edad a los veintiún años por allá a mediados del siglo pasado, Bogotá como mayor de edad, según esas cuentas, pareciera no madurar en disciplina de mandataria para abajo: todo anda manga por hombro, los contagios no tuvieron vacaciones como ella, y crecen como las muertes. El anuncio de vacuna contra el demasiado conocido virus, desató un ramillete de relajación increíble, sin pensar que la vacuna no era un remedio y ni las redes sociales pudieron manejar el desborde de confianza e irresponsabilidad. Surge ahora el nuevo reto, el que surge de la "oposición" gentes pregonan que no desean vacunarse, no sea que un micro chip nos vuelva zombis esclavos de Bill Gates.
Todo este cuento me recuerda lo que ocurrió a principios del sigo XX con la urgencia de clorar el agua del acueducto para evitar más muertes por tifo. Un buen grupo de gentes del barrio Chapinero el muy populoso hoy de nuestra capital. La "oposición" a la medida higiénica surgió con argumentos: ocurrió que, en mayo de 1920, el agua del acueducto adquiría un color azulado muy sospechoso, decían que cortaba el jabón, que generaba trastornos terribles para la salud, que ocasionaba envenenamientos, y que el acueducto pretendía convertir el agua en una medicina insoportable. Los Chapinerunos redactaron un memorial en el que rogaban que no se "contaminara" el agua con ese peligroso producto químico.
La respuesta por parte del presidente de la Junta de Saneamiento fue genial, y en carta pública expresó:
"Tendré el mayor placer en cuanto de mi dependa en contribuir para satisfacer los reclamos de algunos vecinos de Chapinero pues que si ellos prefieren beber agua cargada de materia fecales sin que sufra ninguna desinfección, debemos respetar su deseo". En pocas palabras, los mandó a comer "m".
En nuestro caso, la vacuna contra el coronavirus será voluntaria y no requerirá memorial alguno.
LOS CONTAGIOSOS
Vacuna primero para la ancianidad y la humanidad; ojalá le haya llegado su tatequieto al Covid-19, por lo menos, así lo anuncian las noticias que siguen llegando del norte de nuestro continente, encabezados por Estados Unidos y Canadá.
Por acá de América del Sur, seguimos aguardando un poquito para ver cómo les va y si aquí la autoriza el INVIMA, para meterle el hombro a las agujas.
Lo doloroso es ver como se dispararon nuestros contagios, al parecer la palabra "Vacuna" hizo creer a nuestra población que el problema estaba solucionado, sin advertir que la vacuna no es curativa. Se hubiera hecho necesario doblar los cuidados en prevención, pero en este día: en que escribo, los contagios siguen superando todas las predicciones.
Acaso las campañas del gobierno han debido ser más agresivas: ¡por encima del uso obligatorio del tapabocas, necesario y urgente sería el uso obligatorio de la inteligencia. ¡Peligro de muerte para usted y los suyos! Ni a los infectados ni a los muertos se les puede vacunar. No hay distinción de edades para los contagiosos irresponsables.
ASÍ FUE LA EPIDEMIA DE 1918
Una noticia interesante, aunque se sabe que las comparaciones son odiosas, rindiendo escusas, y dada la oportunidad, extractamos de la publicación aparecida hace 102 años.
Así, del semanario EL BOGOTÁ CÓMICO se presentan apartes textuales de la noticia y la forma como la expusieron. Lo que fue para Bogotá y lo que el semanario calificó como: "LA CATÁSTROFE. NADIE HA QUEDADO EN PIE. Ricos, pobres, potentados, miserables, buenos mozos, feas, lindas, imperfectas, archilindas y des perfeccionadas, todos sin excepción, hemos sido tumbados por este tabardillo de última moda, al lecho, donde no pocos han rendido la jornada. Ha sido una hecatombe.
La catástrofe en que han oficiado la fiebre, la tos y la muerte desde el primer momento las calles se convierten en enfermería al aire libre.
No había un solo transeúnte que no llevase el rostro color de cirio; los ojos, como brazas, metidos en profundas ojeras; el pañuelo en la nariz y un deposito regular de tos entre pecho y espalda. Amén de un sobretodo desenterrado de archivos prehistóricos, con cuello lanudo a manera de bufanda y alzacuello a lo Pastor Lozada.
Como si unas escuadras de automóviles acatarrados se hubiesen derramado enloquecido pololeando por calles y plazas el golpe furibundo de la tos llenaba en horrísono concierto, los ámbitos urbanos.
Los Zapatones, los paraguas, los pañuelos se agotaron en almacenes y chucherías y en farmacias y boticas sacaron vientre de mal año de sinapismos, purgantes y aspirinas. La velas de sebo se pusieron por las cumbres, pues quiera que se le ponía sebo a todo el mundo.(...)
¡Horror de los horrores!
¡Un día- el primero- cincuenta y dos muertos! ¡Y al otro, ciento cincuenta! ¡y al otro ciento ochenta! Y ciento ochenta y cinto y ciento noventa(...)
¡Niños, mujeres, ancianos, pasan por el hipo del dolor en los labios y contemplan con ojos llenos de llanto como se pierden en un océano sin riberas los seres queridos de su corazón!"
Esto es dantesco. Esto es increíble. Es es espantoso.
La caridad particular ha puesto en juego todos sus resortes a fin de contener el cataclismo. A los estragos de la epidemia han disminuido y las consecuencias de ella, como el hambre y la orfandad hallan remedio en los corazones caritativos. ¡Que Dios los ayude! Benditos sean.
Ángel Tapia.
Del periódico El Bogotá Cómico cuyo director literario fue: V. Martínez Rivas y director Artístico Pepe Gómez (LÁPIZ). Decía: Semanario Ilustrado. Aparece los sábados. Carrera 7ª. No. 682
En otros registros oficiales que se publicaros se hablaba de una Bogotá que en el mes de octubre de 1918, tenía 141.000 habitantes y un 80% de enfermos por la epidemia y un registro de muertos por la misma del 13,5 %
Hoy deberíamos meditar, en nuestro problema como en antaño, será la falta de disciplina, acaso el desaseo y la reunión de habitantes con cercanía. L a verdadera vacuna inmediata, es: EL AISLAMIENTO SALVAVIDAS.
TUTELA POR TRINO
Cada día entiendo menos a la gente, quizá por que yo estuve muy complacido cuanto empezó a surtir efecto el artículo 86 de la Constitución Política el recurso de la tutela, mecanismo protector transitorio cuando se busca evitar un perjuicio irremediable.
Ya lleva años en que a diario se conjuga como si fuera un verbo "entutelar" : yo entutelo, tu entutelas, el entutela, nosotros entutelamos, etc. Y aquello que pretendía favorecer en muchos casos, de vez en cuando tiene sus reveses.
Me refiero la tutela en contra del ciudadano Presidente Iván Duque Márquez por escribir en trino que invoca a la Virgen de Chiquinquirá. Dios nos libre de la gente intolerante que quiere hacer protagonismo a toda costa; este abogado advierte que: el Presidente no puede, o no tiene derecho a hacer pública su devoción, y uno piensa, que todo pero todo colombiano, de cualquier condición o creencia tiene derecho a expresarlo, tanto derecho como el abogado que presentó la tutela del que no es necesario mencionar su nombre.
EL CONTAGIO MÁS PELIGROSO
Aparentemente estamos en periodo de aprendizaje, lecciones con ansiedad e incertidumbre, nos anuncian que esta difícil época no tiene un pronóstico alentador, el virus indomable sigue manifestándose con rebrotes en muchas ciudades del mundo sin que la ciencia encuentre una solución satisfactoria o nos señale una meta cierta en la que aparezca la luz al final de este túnel angustioso.
Se busca la vacuna, se investigan más formas de contagio, se cuestionan los avances y los medicamentos que alivien la enfermedad, se enfrentan y cuestionan las políticas de confinamiento y la necesidad de continuar el trabajo para el pan diario.
Las últimas noticias son las mismas, el coronavirus se trasmite por contagio humano y los lugares donde las gentes conviven con demasiada cercanía son las fuentes casi inevitables de contagio y propagación.
No es necesario repetir, lo que es la repetición de la repetidera: las manos limpias, el cuidado de tocarse la boca, la nariz o los ojos... asombroso es descubrir en este tiempo de vídeo llamadas, de entrevistas populares mediante multi-pantallas, o simplemente, mirando a su interlocutor que las persona se tocan la cara, inconscientemente cerca de cinco veces por minuto, lo que acerca aterradoramente las posibilidades de contagios de este virus.
Dicho esto, existe aparte de este peligro, otro grave factor de contagio´quizas más probable: es "el contagio de la indisciplina" cuando se ve a una persona incumpliendo la norma, otra siente cierta licencia para incumplir. ¿Si aquella no cumple porqué yo debo cumplir? La permisividad que se vive es contagiosa y aparentemente es un contagio irrefrenable. Si no reflexionamos que debemos cumplir por los demás y por nosotros mismos puede llegar un rebrote incontrolable. Guardemos la distancia física y mental con los que incumplen la norma. Es verdad, como dicen algunos, que el primer desacato a la norma la hizo la alcaldesa en un supermercado; pasemos la página y demostremos nuestra capacidad para superar la tentación por esta indisciplina, más contagiosa que el propio virus.
Había llegado al Virreinato de La Nueva Granada el médico del virrey Messia de la Cerda y se propuso iniciar la Expedición Botánica. Se trató del gaditano José Celestino Mutis, entre nosotros el sabio Mutis, que: un año antes de iniciar la Expedición, en el trascurso de la gran epidemia de viruela de 1782, a pesar de múltiples oposiciones de gobierno y contradictores , inició con decisión medidas de salubridad en Santa Fe, a más de una campaña de vacunación.
A continuación, investigó y empleó cepas debilitadas de la enfermedad inoculadas en personas sanas y, con el asombro, más la incredulidad de la gente, hizo con él mismo el experimento, infectándose con un pequeño corte tomado de una muestra de pus de un enfermo. Inoculó también a algunos de sus alumnos y a 36 niños que habían enfermado en el orfanato San Juan de Dios.
Como lo había previsto observó, días después, que ni él ni sus estudiantes habían enfermado y en los niños tenían mejoría. Este arriesgado experimento convenció a miles de personas, que probaron el método y sobrevivieron gracias al médico Mutis.
El éxito de la campaña convenció también al Virrey Caballero y Góngora, quien dictó el decreto para sistematizar las vacunaciones en situaciones de epidemia.
EL COLEGIO DEL AÑO PASADO
¿Papá, cómo será el colegio que dejé el año pasado? Si tú puedes matricularme, en el mismo colegio, tengo miedo de no encontrar a mis amigos y compañeros. Supe por los mensajes a mi teléfono, que algunos no podrán ingresar, me cuentan que Jairo ni Antonio ni Nelson, al que le decimos El Pirata, tú los conoces papá son mis amigos; por dificultades de sus papás no podrán seguir en el curso.
No te había contado, pero me gusta mucho una compañera y quería encontrarla de regreso, pero por ahí me dijeron que tampoco ingresará y eso que había pensado decirle que me gusta y el año pasado no me atreví. Papá tengo un poco de miedo de volver al colegio, si no quieres matricularme no te asustes creo que muchos niños después de la pandemia abandonarán los estudios, dicen que una profesora, Carmen Lucía, la de español, seguirá dictando clases por internet y habrá otros profesores que la imiten.
Esta carta la escribí a escondidas, en mi cuarto, porque tuve miedo de que te molestara el que dudara de seguir en el colegio, que según me dijeron no podrán aceptar sino a la mitad de los compañeros del curso pasado y que nos tendrán separados por un metro de pupitre a pupitre; esto no permitirá que nos copiemos unos a otros, perdona es una broma, tu sabes que cuando me pongo nervioso me gusta hacer bromas; eso te demuestra que lo estoy en este momento.
Papá tu sabes, como también lo sabe mamá, que me gusta estudiar y en el colegio, he cumplido: lo has comprobado por las clases de internet aquí en casa y mis tareas, pero es una cosa diferente, aunque dicen que muchos aprenderán lo mismo, o más, según otros.
No, papá yo quiero regresar al salón y a los recreos para jugar y charlar con mis amigos. Se me ocurre que le podríamos ayudar algunos de esos padres, los de mis compañeros, dándoles un trabajo en tu almacén, o algo así.
Bueno ya sabes ojalá siguiera todo como antes de esta pandemia, pero muchos dicen que nada será igual, aunque creo que muchos como yo, queramos vernos en el cuso que sigue, te recomiendo que pienses lo de la ayuda, que a lo mejor puedes.
Se me olvidaba, averiguaré el nombre de los padres de Catarina; es la compañera que te decía. Tengo miedo de no volverla a ver nunca.
Hora de Reiniciar
El computador de cada uno de nosotros pide reiniciar luego de presentar algunas dificultades en el funcionamiento.
Próximos a disfrutar, nuevos momentos, luego de la pandemia y de la cuarentena necesaria, vestidos de optimismo irrenunciable le daremos nueva cara a ciertos cambios que nos ha sugerido la experiencia colectiva: vamos a “reiniciar”.
Vamos a considerar que entraremos, con nueva mirada y una interpretación propia del espacio-tiempo; ya no solo han cambiado las cosas en el tiempo, estaremos habitando y viviendo en espacios diferentes.
Escuchaba algunas voces que decían, no sin razón, que estaremos pisando nuevos caminos, y que poco casi nada será igual. Se hablará de un antes y un después de la pandemia. Advertidos estábamos que la alegría y el optimismo es salud pues estos mejoran las defensas del organismo, es el momento clave para sumar a todas las medidas de prevención la del humor, la alegría y la esperanza de un mejor futuro.
¿Cuántos alumnos regresarán a las aulas luego de la experiencia de la educación virtual? ¿Cuantos a los escritorios de las oficinas, luego de las experiencias con el tele-trabajo? ¿Cuantos preocupados, a los mostradores de los pequeños comercios persona a persona? ¿Cuantos temerosos a los salones de espectáculos en vivo? ¿Cuantos pedirán a los sistemas de salud que reduzcan los trámites y no los pongan a deambular con riesgos de contagio por toda la ciudad?, estas respuestas se darán, no solo por parte del gobierno, sino en las manos limpias de una comunidad que sabrá de prevención. Fruto de una reflexión personal por deducciones particulares y de limitadas colectividades.
Será el momento de repensar la organización social, los centros comerciales adecuados seguramente redoblarán medidas de higiene, asesorados por especialistas, teniendo control a la entrada y serán atendidos por los mejores y seleccionados vendedores. Harán de estos espacios, cómodos lugares con seguridad y aislamiento conveniente. Quizá una nueva forma de comercio de transición. Los parques recibirán a las gentes que sabrán de las necesidades del distanciamiento personal. El egoísmo en este caso será tan nocivo como el mismo virus; lo sano será: cuidarse uno con el ánimo de cuidar a los demás.
Poco a poco regresará todo a la normalidad y la economía se recuperará pausada pero segura, las ventas serán mejores dado el represamiento de un reciente pasado y todos los humanos armados de resiliencia han de regresar con mejores defensas personales contra las enfermedades; aceptaran la receta saludable de tomar una dosis de optimismo a las mañanas, una ocasión de alegría antes y después de las comidas y una pisca de risa, antes de acostarse todas las noches.
Gonzalo Garavito Silva.
EL TRABAJO EN LOS TIEMPOS DEL VIRUS
La sorpresa del cambio, no llegó este año por culpa de la tecnología, a lo que estamos habituados; la sorpresa de hoy es la pandemia generada por el coronavirus. Entonces, tenemos que aceptar que no existe enemigo pequeño o pequeñísimo como en este caso.
El remedio más eficaz aún desconocido parece ser la del mismo Pilatos que quiso evitar y alejar las culpas de la condena a Jesús, lavándose las manos.
Recuerdo a la época de mis abuelas que al escuchar un fuerte estornudo invocaban ¡Jesús! Ojalá sea Él, que nos recuerde la fragilidad de nuestro cuerpo. Sea también, el inspirador de los jefes, gerentes y administradores que de una vez contemplen con seriedad y urgencia el TELETRABAJO; que para su efectividad y eficiencia tenemos todos que colaborar.
Como diría un verdadero cachaco de otras épocas: “ala. carambas, que catarro tan contagioso”.
Con este virus terrible
hemos de tener cuidado
y si te llega insensible
que te coja confesado.
Gonzalo Garavito Silva
CONMEMORACIÓN DE CENTENARIO
El 11 de marzo de 1920, en la ciudad de Bogotá muere un personaje de gran valía para la ciencia colombiana. Fue Astrónomo director del Observatorio Nacional, Matemático, profesor de la Universidad Nacional, Ingeniero Civil y profesor de Matemáticas, Economista Filósofo, En esta importante conmemoración, se realizarán actos académicos en diversos lugares de Bogotá, La Universidad Nacional de Colombia, el Colegio Máximo de las Académicas, La Sociedad Geográfica de Colombia, entre varias entidades académicas y educativas.
Lo colombianos lo recordarán por verlo durante años en el billete de veinte mil pesos y saber que es el único colombiano con su nombre en un cráter lunar.
PALABRA DEL AÑO 2019
Curiosa curiosidad la de encontrar una palabra que se puso de moda en el año, se refiere la encuesta realizada en 2019 en la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia Efe y BBVA. Escuché en una emisora de radio datos sobre esa elección, que no conocía, y me pareció, hasta cierto punto interesante. Se habló de muchas palabras finalistas, puntearon algunas como: no las recuerdo con precisión, pero valgan estos ejemplos: conectividad, refugiado, populismo, resiliencia, feminicidio, selfi, en diversos años y varios países incluyendo Colombia. La sorpresa me llegó con la finalista y ganadora que fue emoticón.
¿Emoticón? Una palabra dura de aspecto superlativo para la figurita simpática que entonces se conoce como emoji, habitantes aparentemente imprescindibles de las redes sociales que consiguieron empleo en la misma red, quizá aceptados como abreviatura no verbal.
Que sorpresa la que tuve, pensé que la humanidad se había vuelto a su jardín infantil: ¡allí estaba su carita feliz y sus derivados! Se pregunta uno como será clasificada semejante imagen en la academia de la lengua donde es muy probable que todos tengan carita triste y la sonriente o feliz de un analfabeto que siente que la tecnología le tendió la mano.
Esla primera palabra afónica que conquista el cetro y corona del concurso anual.
Si yo fuera un poeta
medio emoticón diría:
Si te pongo emoji sonriente
dirán: que poeta tan pacato
hubiera mandado un retrato
pa que no diga la gente
así, un emoji triste nos dice
con muy hondo significado
el que me hayas despreciado
sin saber que yo te quise
dejémonos de emoticones
con palabras llanas tu dime
que me quieres y de encime
mis sonrisas son razones
así, ese emoji sonriente
te lo cambio sin dudarlo
en un encuentro cercano
por un beso bien ardiente
FELIZ 2020
Navidad 2019
1819-2019 BICENTENARIO COLOMBIA
Que orgullo produjo ver que una gran parte de nuestra ciudadanía, acogió la idea y participó con entusiasmo en los actos conmemorativos este 2019 de los 200 años de nuestra patria libre.
Ahora las banderas ondearon en edificios y residencias: no porque jugara nuestra selección de futbol. El orgullo patrio se remitió tantos años después a aquellas heroicas batallas que a sangre y fuego nos dieron la libertad.
Fue la Batalla de Boyacá del 7 de agosto de aquel 1819, definitiva en el puente sobre el rio Teatinos en el que fueron derrotadas las tropas relistas. Colombianos y venezolanos ofrecieron sus esfuerzos y algunos sus vidas por buscar la liberación de la opresión española. Antes una serie de enfrentamientos bélicos previos de gran importancia como la Batalla del Pantano de Vargas, Genios y valerosos, Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Anzoátegui, Páez, Soublette y tantos nombres cubiertos de gloria, consiguieron lo buscado por el ejército y los corazones de la patria.
IN MEMORIAM
Un magnífico acto lleno de emoción patria y a su vez de trascendencia conmemorativa fue la celebración de ceremonias en ACCIÓN DE GRACIAS del recién pasado 15 de agosto, repetición del mismo acaecido 200 años atrás, a la misma hora, en el mismo lugar, La Capilla del Sagrario en la plaza de Bolívar al costado sur de la Catedral Primada.
Una réplica del acto solemne: Por aquellas fechas gloriosas el Libertador, vencedor en la Batalla de Boyacá solicitó formalmente al Cabildo Eclesiástico programar una fiesta: “una fiesta solemne en acción de gracias a la providencia por la victoria conseguida” así pues el 15 de agosto de 1819 se realizó un TE DEUM, el mismo, que en este 2019 por iniciativa del presidente del Colegio Máximo de las academias de Colombia el historiador y presidente don David Rubio Rodríguez, reconstruyó con la ayuda de las autoridades eclesiásticas y militares de nuestra patria, asistieron en pleno las autoridades académicas. Un momento emotivo y solemne que nos hizo recordar que nos debemos a la patria y quienes como él revive lo más caro de los valores que llamamos República de Colombia.
LOS 481 AÑOS DE NUESTRA VIEJA Y QUERIDA BOGOTÁ
Difícilmente nos creemos aquello que nos cuenta la historia, cosas como que a las doce en punto del día se escuchaba un cañonazo para anunciar la hora meridiana. En efecto en los jardines del observatorio astronómico, en el año de 1919 la detonación lograba que los ciudadanos ajustaran sus relojes con la hora exacta.
Que pequeña era esa capital que hace cien años, apenas superaba los doscientos mil habitantes, que a poco más de diez kilómetros encontraba el pequeño poblado conocido como Chapinero.
Se desarrolló a lo largo de la carrera 13 pues sus habitantes escapaban al hacinamiento del centro de la ciudad. No tardó en unirse, más al norte con el pueblo de Usaquén que también fue absorbido y convertido en barrio como lo fueron por el sur Soacha y Usme, por el occidente la gigantesca Fontibón.
Hoy 481 años después de que el adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada fundara esta capital de la República de Colombia, no nos deja de sorprender su descomunal tamaño, pero debemos decirle hoy a esta metrópoli: feliz cumpleaños y congratularnos todos los que la queremos entrañablemente. Se llega este año, la elección de un nuevo alcalde y pedimos a todos los, algo más de siete millones de habitantes que orienten a los electores y piensen en un alcalde gigante, un gran administrador especializado, un verdadero gerente, que no piense en politiquerías ni populismos, esta elección meditada sería el mejor regalo para nuestra gran capital.
VENDEDORES EN MEDIO DE LA VIA EN PELIGRO DE PERDER MEDIA VIDA.
No es posible decir algo positivo con respecto a las ventas ambulantes en nuestra capital colombiana, se aduce que las dificultades económicas de los que pululan por las calles y los que se sirven del trasporte público, no tienen más opciones.
Ahora llegados los hermanos venezolanos que aparecen en todo lugar, la situación resulta aún más y más crítica.
Pero a quienes estén donde estén, colombianos o venezolanos; no parecen tener posibilidades de cambio ni mejora. Estos son: los vendedores de centro de calle.
Las avenidas congestionadas, punto máximo de contaminación por los vehículos automotores, va dejando en esos jóvenes pulmones, algo mucho más nocivo que el humo del cigarrillo.
Pienso que esta reflexión cabe a cada uno de los que somos conductores en la congestión: ayudemos a la salud y la vida de estos conciudadanos, lo merecen, No compremos a media vía no sea que le robemos al vendedor media vida; son jóvenes que deben buscar alternativas más saludables.
Gonzalo Garavito Silva.
pónganse LA DIEZ
No es reciente el interés que despierta el espectáculo futbolero en nuestra sociedad, de padres a hijos se ha trasmitido, una afición que llega a ser alienante. Un país como el nuestro, en el que no se han superado las necesidades básicas se busca fomentar el mejor empleo y acondicionamiento de los pies para patear un balón y no para que estos sirvan para seguir un camino de éxitos intelectuales, La cabeza al joven colombiano de hoy no debe ayudarle a orientar el balón luego de un tiro de esquina, debe estar entre sus manos al frente de un buen libro.
Que mal vamos, pero se enderezará el camino y tendremos un lustroso Ministerio del Deporte que sinceramente puede ser más ministerio del espectáculo. El sabio comentarista que vive de los medios de comunicación, inmerso en esta obligación futbolera, sabe de sobra que seduce a la audiencia cuando explica el porqué de la patada del diez, no traspasó los tres palos ni se incrustó en la red. Explica el sabio que el ángulo no le favoreció. que la carrera la inició tarde y que no calculó el descenso ya que el esférico que golpeo el poste y rebotó al piso al instante en un ángulo de noventa grados delante de la portería no marcó gol ni a la vista de un mal árbitro. Esto aconteció por no tener en cuenta la catenaria propia del horizontal; porque la catenaria, la tiene porque la tiene, así no sea percibida por el portero que permanece bajo ella. Es que calcular, la catenaria si es cosa de cerebro: hay que conocer muy bien el material con que fue fabricado el poste y para meter un gol bajo esta, es más cosa de cerebro y cálculo que de simple cabeza. La catenaria pues, depende también del diámetro de la sección circular, si es cilíndrica. Es importante conocer la distancia o la luz entre los dos soportes laterales de los verticales, teniendo en cuenta el peso propio del poste. El diez no tuvo culpabilidad, nunca se habló de catenarias en los entrenamientos, ni pudo prever que chocara con el horizontal y como ya se sabe tuvo que ver mucho la catenaria y esta, es más pronunciada en el centro del mismo travesaño por la acción de la gravedad.
Así que un comentarista ducho en las lides del mencionado espectáculo podría aconsejar sabiamente al diez: ¡ojo con la catenaria! Si el comentarista no lo hace, conviene que revise el VAR. Hagamos que nuestros jóvenes no usen la cabeza para golear sino para pensar y si meten la pata que sepan que no fue con un balón delante… y tu tranquilo.
BOGOTÁ PARA VER
Hacer turismo por la capital colombiana es un verdadero placer, así me lo comentaban unos extranjeros que la visitaron recientemente. La conversación tuvo lugar en el mismo aeropuerto de El Dorado de nuestra capital; me encontraba sentado en un concurrido restaurante cuando unas parejas de jóvenes me pidieron autorización para sentarse a mi lado dada la escasez de lugares. Accedí sin reparos, entonces se inició una conversación: me comentaron que habían traído una buena cámara de fotos y que habían logrado excelentes tomas, menos de las que hubieran querido, pues los transeúntes los prevenían en cada esquina acerca del robo de cámaras y atracos. Parece que estuvimos de buenas, dijeron nunca nos sentimos amenazados ni supimos que a alguien le robaran una cámara dentro de nuestro grupo de turismo. En alguna calle, alguien trato de amedrentarnos contando que habían dado muerte a un ciudadano por robarle el celular, pero para sorpresa nuestra, comprobamos que todos los transeúntes que nos rodeaban se la pasaban hablando por el teléfono si la menor precaución. Es verdad que tuvimos cuidado, comentaron, pero nos dimos un gran paseo por esta bella ciudad, nunca imaginamos que tuviera tantos tesoros coloniales ni la modernidad y el lujo de sus hoteles.
Entonces me atreví a preguntarles, ya que mostraron tanta satisfacción si volverían a visitar a Bogotá y curiosamente explicaron que de ninguna manera. Que si regresaban lo harían bien acompañados, ya que desde su punto de vista el conocer a la ciudad requiere mucho tiempo y con quien compartirlo, de ser necesario con amigos y conocidos, había sido una bella experiencia, lastima sí, que cuando habían planeado venir algunos amigos se arrepintieron a último momento, quizás les comentaron que corrían el riesgo de que les robaran el celular
CUANDO OTRO AÑO SE VA
Los recuerdos placenteros son los que primero escojo para despedir el año y aunque no han sido todos, siempre pienso que estos primeros deben tener prioridad sobre los segundos.
Rememoro las buenas compañías, los brindis por la prosperidad y la felicidad de unos tras otros buenos años nuevos que hemos pasado.
Podemos contarnos como felices bogotanos bien mayores: si, de niños hicimos un viaje en tranvía por la carrera 13 y si aún funcionaba la fábrica de Bavaria en la misma carrera.
Si había una glorieta en el cruce de la décima con calle 26, si el hotel Tequendama era el edificio más alto de Bogotá. Si fuimos alguna vez a cine al lujoso teatro Aladino o al Nuevo teatro Olimpia, quizás al Palermo o al Metro Teusaquillo o el del centro. Entonces recuerdo la canción: yo no olvido, yo no olvido a tantos años viejos, ¡qué va!
Quizás compramos algo en el Ley, el Tía o en el Caravana… recordar el tango: te acordás hermano qué tiempos aquellos… para recordar el bogotanísimo Chapinero sugiero visitar:
En Navidades y fin de año pasados: los miles de voladores que sonaban en el cielo dando la bienvenida al año que llegaba. se hablaba de las cabañuelas, se compraba el almanaque Bristol, y las vacaciones de muchos bogotanos se prolongaban hasta febrero con letreros en los almacenes: “estamos en inventario”.
Recuerdo los cielos nocturnos tachonados de globos y estrellas, las luces de los sonoros voladores, aunque no quiero hacer apología del mal empleo de la pólvora, con nostalgia la añoro. Aún seguiremos viendo las luces que adornan la época, hasta enero para que nuestros niños y visitantes sientan la alegría de estas fiestas de fin de año en nuestra bonita capital.
Me gustaba la Navidad y el Año Nuevo, festivo y colorido; sin embargo, no puedo decir que todo tiempo pasado fue mejor, saludo con cariño este 2019 en el que nuestra ciudad sigue progresando y mejorando.
TRADICIÓN DE NAVIDAD
En mi casa la época más feliz del año iniciaba con los frecuentes cielos despejados de diciembre. Y la señal de partida para la celebración católica resultaba ser cuando en el barrio se nos invitaba a mirar las iluminaciones en las vecindades; estas anunciaban la llegada del día 8 de diciembre fiesta de la Inmaculada Concepción. Los farolitos en las puertas o las velas en los marcos de las ventanas nos decían con sus luces: ha llegado la época de Navidad.
Cuando el comercio tomó las riendas de estas celebraciones, apareció el risueño Papá Noel con sus chimeneas en las que se colgaban calcetines, Un trineo con regalos que podía llegar hasta las ciudades en que estaban prohibidos los vehículos de tracción animal.
Todo esto, hasta el árbol preparado para albergar regalos, ha contribuido a darle color a la celebración navideña.
Antes de estos adornos, nos preparamos para el nacimiento del niño Jesús los días previos, a partir del día 16 de diciembre, el 24 la conocida como Noche Buena y la fecha más conocida de occidente del mundo el 25 la Navidad, en la época olía a musgo del arreglo del pesebre, llegaban tarjetas con buenos deseos; se quemaba pólvora que iluminaba de alegría los ojos de la familia que unida rezaba la novena de aguinaldos.
Ha pasado el tiempo, y para sorpresa un buen sector de nuestra sociedad, ha recuperado esta sana costumbre: de celebrar la verdadera Navidad.
A propósito, en este año se celebran 100 años del conocidísimo villancico "Noche de Paz" Para los católicos y cristianos, nada de felices fiestas, deseamos ¡Feliz Navidad!
LA NOCHE DE LAS BRUJAS
Las costumbres foráneas parecen tener cada vez más acogida entre nuestra población, porque siempre fue muy nice estar apegados a lo interesante que resultaba salir a la calle a gritar el triqui, triqui. Mis recuerdos de esa celebración se remontan a fechas relativamente cercanas; en casa de unos primos, que tenían una madre norteamericana, conocí las primeras calabazas huecas con su cabo de vela encendida. Mis primos en perfecta pronunciación nos contaban del Halloween, al poco tiempo fue el comercio quien se tomó la vocería y nos inundó de naranja y negro y empezaron a verse los niños golpeando en las puertas de las casas del barrio para pedir los dulces. Alertaron ya algunos médicos a cerca del peligro de los excesos del dulce.
En fin, la dulce celebración se convirtió en lo gracioso de lo macabro, aceptémoslo con alegría, mi nieta se disfrazó del personaje Violeta, pero le pusimos tope a la dulzura. La nota que si me llenó de sorpresa y sin sabor fue ver en un centro comercial a un niño de unos tres años al que los padres lo disfrazaron de cadáver en descomposición.
La descomposición, esperemos que no avance y pueda sorprendernos con el olvido de nuestras buenas costumbres para esta Navidad que se avecina. Ya hay mensajes que llegaran con un: ¡Felices fiestas! a cambio de ¡Feliz Navidad! aunque nos presenten descoloridos muñecos de nieve que no conocimos y el coloradote Santa Claus gritando Jo, Jo, Jo pero en inglés.
HAY ESTA PINTADA
Muchos de los que habitamos la capital hemos pasado por épocas de optimismo moderado y épocas de desespero contagioso. Con sorpresa presencié, no hace muchos días, un equipo de jóvenes devolviendo la buena presencia a muchas estructuras de los puentes de cemento que habían naufragado en el horror de grafitis irresponsables, todos hechos por aquellos que no quieren nuestra ciudad. Con brochas y rodillos daban un enlucido con el color original del cemento, provocaba hacerles una fotografía y mandarla al mundo diciendo que Bogotá también puede ser aseada y presentable.
Por otro lado debo reconocer que algunos de los infinitos huecos de la ciudad se han venido tapando con parches y se sienten las máquinas de reparación de vías haciendo ruidos de mejoras y progreso. Como siempre se habla mal de los alcaldes tenga el turno quien lo tenga, en esta oportunidad siento que están mejorando las cosas, claro que sigue la mendicidad en el transporte de Transmilenio, y como los robos de celulares y los atracos poco ceden, la ciudad sigue pidiendo más refuerzos policiales, que se hagan efectivas las promesas de mejoras deteniendo el crimen que tanto deteriora la moral de nuestros citadinos. Ayer no más se supo de un atraco al interior del sistema de Transmilenio perpetrado por ciudadanos de Venezuela a los que tanto nos ha preocupado ayudar. Ya es hora señor Alcalde: ¡Alto al Crimen! Permitamos que todos los ciudadanos denuncien, si se quiere en anonimato, enviando fotografías de parte de aquellos a los que no les han robado el celular.
BOGOTÁ, TODO TIEMPO PASADO…
Una Bogotá de hoy, nos borra a los antiguos bogotanos la imagen de cinco décadas atrás. Una pacífica ciudad de un gris constante una llovizna frecuente y unos azules intensos en los cielos especialmente de diciembre. Contarles a los “millennials” puede resultarles curioso y digno de ciertas extrañezas inexplicables. Al inicio del siglo XX se hablaba de los chinos razoneros entre la ciudad con los pesados y negros Ericsson y los Marconi, telegramas que privilegiaban la comunicación de los ciudadanos. Existían grandes salones de cine para matar el aburrimiento de algunas tardes monótonas, y era un programa frecuente la vespertina o la función de noche. Los bogotanos estaban ocupados y despreocupados en una ciudad más segura que la de hoy, se viajaba en buses o en incomodos microbuses, eso sí atestados de viajeros como en su momento habían circulado los tranvías y los municipales. Tiempos pasados en los que no se temía perder el celular ni asustarse al acercarse al cajero automático. Tiempos donde era al policía de la esquina a quien se recurría para solucionar problemas. Aunque se dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, no estoy del todo de acuerdo pero tampoco estoy de acuerdo con desperdiciar tantísima tecnología nueva. Que hacemos los bogotanos que no cambiamos nuestras costumbres laborales de asistencia rutinaria al trabajo cuando un reclamo general y una nueva política debería ser el teletrabajo. Ya es hora: hemos pasado largos 18 años sin aplicar cambios fundamentales en efecto podemos proponer a diario el trabajar desde casa. Las iniciativas no siempre nacen de las empresas, los trabajadores podemos mostrar a la empresa las ventajas y la economía del cambio. Acaso no está cambiando la educación a virtualidad, no estamos empezando a comprar todo por la red, las diligencias bancarias, etc. hora de pensar que no todo tiempo pasado fue mejor y los “millennials” nos agradecerán el cambio.
ACTUALIDAD
INFRACCIÓN IDIOMÁTICA
Muy creativos resultamos los colombianos y los bogotanos para inventar palabras. Esta capacidad, no es algo muy reciente ni casual. Algunas palabras inexistentes han restado los años y tan campantes siguen, sin definición real, claro mucho menos en el diccionario de la RAE. ( Real Academia Española)
Fui hoy a pagar un “comparendo”, porque en nuestra capital, los comparendos se pagan. Créalo o no, el buen conocedor de la lengua castellana muy lógicamente lo debe ignorar: porque, acá aparentemente es un sustantivo que designa un papel donde aparece una citación ante la autoridad. Este papel invita a “comparecer” y de esta circunstancia debió nacer la palabreja muy equivocada. Podríamos cambiar por: papel donde se hace una citación; corriendo el riesgo de que alguien invente la palabra “citarendo” diría el citado: tengo que asistir pues me llegó un citarendo y si es una multa pagaré el citarendo.
Si queremos mejorar nuestra forma de hablar y escribir, cambiemos para aparecer más correctos en el empleo de nuestra querida lengua castellana. Digamos fui a cancelar una multa anunciada mediante una citación, no iré a pagar la citación sino la multa anunciada.
Bueno nos debemos preparar para arreglar el empleo de palabras como “ vesi” por vecino y otra cosa por aclarar: yo no pago los recibos, llevo el papel donde aparece el cobro y solo se convierte en recibo cuando este se ha pagado. Claro que se podría pagar un recibo cuando compramos un talonario de estos papeles, para expedirlos al recibir pagos.
Si empleamos mejor las palabras: que Dios se los pague.
Feliz Navidad para todas y todos
Ya se inicia la novena de aguinaldos tan tradicional en nuestra Colombia, mediante la cual pedimos favores al Divino Niño Jesús y según reza la oración: todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado. Pido en nombre propio y en nombre de no sé cuántas y cuantos más que el lema BOGOTÁ PARA TODOS. No sufra modificaciones arbitrarias solicitadas por las ignorantes y las ignorantes.
Para soportar mi opinión respecto del empleo de masculino y femenino, me di una leída atenta del “portal” ( en este caso no el “portal”de Belén) sino de la página colombia sa en: https://colombia-sa.com/espanol/colombianos_y_colom.html , en esta se reafirma la tonta costumbre de decir. Para todos y todas, que no es tan tonta sino equivocada. El viernes 15 de diciembre aparece el titular: Distrito apela en cambio de lemaDios nos conceda el milagro de que no se gasten varios millones en el innecesario y absurdo cambio del lema: BOGOTÁ PARA TODOS por BOGOTÁ PARA TODOS Y TODAS que proviene de un fallo judicial que debería llamársele falla judicial, la apelación tiene razón se quería decir en el lema vigente: todos los seres vivientes en Bogotá. Obsérvese que en este no se discrimina ni a los animales que están solicitando el cambio.
Entre otras cosas, si fuesen consecuentes los que solicitan el absurdo, debería pedir el lema de “BOGOTÁ PARA TODAS Y TODOS” Por qué no hay razón para que el género femenino aparezca después del masculino.
Gonzalo Garavito S.
REDUCTORES DE INCOMODIDAD
Nuestra gran capital se ha desarrollado, a partir de su nacimiento, de sur a norte. Fue en sus comienzos una población que se tendía a la sombra de la cadena de cerros que la limitan por el oriente. Para los viejos bogotanos, resultaba fácil encontrar las direcciones puesto que las llamadas calles, unían el oriente y el occidente y las carreras el sur con el norte.
La numeración era clara: del centro al norte, la numeración aumenta de la calle cero; como hasta la ciento ochenta y del centro al sur de la calle primera sur hasta la ochenta sur o más allá. Y de los cerros, del oriente al occidente, las carreras llegan de la primera carrera a la noventa o más.
Naturalmente existen avenidas, diagonales y transversales, que ofrecen algunas dificultades.
Recibimos un día una queja, más que justificada de un turista: no se explicaba, por qué la ciudad ha olvidado señalar con placas visibles el número de la carrera o calle en las esquinas.
Claro los habitantes de la ciudad se las saben casi todas, pero nosotros los turistas no.
Las viejas placas verdes pequeñas y escondidas no ayudan a nadie.
Ojalá nuestro alcalde supla esta urgencia y encuentre la necesidad, no solo de llenar de reductores de velocidad para los autos en el piso y coloque postes y placas visibles hasta para nosotros los miopes, que serían los reductores de incomodidad.
BUEN APETITO
Es una escena corriente ver, al entrar en un restaurante bogotano, a la mayoría de los comensales ligeramente agachados, departiendo animadamente con las palmas de sus manos, y sobre estas, el ágil índice de su mano libre picando y picando la pantallita de su teléfono.
Es el siglo XXI, en el que no solo se come en los restaurantes sino se "chatea" se comunica entre bocado y bocado aunque los seres se encuentren en modo de alimentación.
Esta moda aterradora y reciente tendrá que a la larga influir en la digestión de los individuos y un gastroenterólogo diagnosticara “indigestión celular con estreñimiento de datos”.
Así como vamos, vamos mal; tenemos que regresar a la elemental educación que en tiempos antiguos enseñaba el señor Carreño; en la mesa debe guardarse especial compostura. Así que, aunque en el chat sea difícil colocar puntos ortográficos debía existir un gran punto final para tan aterradora descortesía con quien comparte nuestra mesa y nuestros alimentos
En algún restaurante de los mencionados se nos ocurre, podría instalarse un letrero: LICENCIA PARA HABLAR FRENTE A FRENTE Y LICENCIA PARA APAGAR EL CELULAR, BUEN APETITO.
DÍA DEL IDIOMA
No acabamos de celebrar el día de la tierra, cuando se llega el día del idioma; aceptemos que son costumbres sanas y positivas estas remembranzas de fechas importantes, en este caso recordaremos de dónde venimos y como nos comunicamos verbalmente.
Nos legó don Miguel de Cervantes, una forma, un sistema de expresar y ampliar nuestras modalidades de habla castellana.
Hoy, en este lugar, de cuyo nombre no quisiera acordarse el padre de nuestro idioma, andamos maltratando su valiosísimo legado.
Por las calles de nuestra ciudad y nuestra patria no nos asombra el escuchar que alguien nos invite a regresar con un: que vuelva “veci” o, con mucha confianza, dos amigos se despidan con: Nos vemos “parce” y alguien se inmiscuya agregando: “a lo bien”.
En nuestra Bogotá, y seguramente en este domingo de ciclovía muy probablemente variados ciudadanos, y en un buen número salieron a “montar bicicleta” … el oír esta expresión tan económica, quedamos preocupados: acaso, no se monta en bicicleta, o se monta en carro o se monta en avión, Porque, si así se puede hablar, llegaríamos a decir: iré a montar avión o iré a montar carro, iremos a montar motocicleta etc.
Será que escuchar tanto maltrato de la lengua nos hará montar en cólera o será que simplemente montaremos cólera y quedaremos, en modo disgusto o desagrado. Claro a lo bien.
Hoy y en este bello día del idioma aceptemos esta invitación visitando:
La ignorancia es atrevida, se comenta popularmente, Muy probablemente, muchos de nosotros, nos encontramos a diario con una buena cantidad de barbarismos idiomáticos que nos agreden. Esto es, sin duda, una especie de terrorismo verbal.
Una forma de hacer la paz con nuestra lengua es adoptar un buen hablar; en este caso no se hace necesario proceso en el exterior, ni firma de acuerdos. Bastará con una sonrisa, cuando acepte nuestro interlocutor, que no se dice: ¡hola veci ¡ sino ¡hola vecino!
Para saber cómo hablamos los colombianos: CLIC AQUÍ.
BUENOS DÍAS
Serán buenos los días que llegan a nuestra ciudad. Buenos, porque el gobierno distrital anuncia un nuevo esquema de aseo. Las semanas pasadas hubo varios días despejados como si algunas nubes negras no ensombrecieran la ciudad a sabiendas de la próxima campaña de aseo. Se supo, con agrado, que a finales del mes pasado se realizó una actividad que llamaron “Reciclatón” que contribuyó a mejorar aspectos de nuestra capital, con la gratitud de buenos vecinos; desecharon algunos lo que otros podrían trasformar y reciclar.
Ahora nos amenazan con buenos días que llegarán, pues lavarán la cara de la ciudad, positivo para nosotros y magnifico para el turismo.
Equipos que limpiaran los muros atestados de grafitis, quitaran los cambuches y las llantas que abundan como desperdicios por la ciudad, lo que quiere decir que Bogotá andará sobre ruedas, pero no sobre las desechadas.
Ojalá alcancen las buenas acciones al Transmilenio, al control de tráfico, a la salud, a campañas serias de educación cívica.
Buenos días esperan a Bogotá DC. si se despeja el panorama y que aunque ahora llueva y truene que otros días salga el sol.
Gonzalo Garavito Silva.
VISITAR A BOGOTÁ EN 2017
Por esta fecha ya avanzada de año nuevo, los bogotanos continuamos expresando nuestros buenos deseos a propios y extraños.
Feliz Año Nuevo, repetimos hasta bien entrado febrero y es que en Bogotá se repite el saludo. Los vecinos se gritan saludos a metros de distancia y varias veces. No se diga de la gratitud: si usted cede el paso en un andén, si paga una cuenta el vendedor le dice gracias, y si recibe el objeto de la compra, también gracias y si usted le recibe el cambio de su billete de compra… muchas gracias.
Como no va a ser grato visitar a Bogotá; así que si usted es turista ¡muchas gracias por estar en nuestra ciudad!
Desafortunadamente en los últimos años el incremento de población ha hecho que el tráfico vehicular y de motocicletas sea demasiado intenso y como decía una recién conocida visitante; en mi pequeña ciudad hago cuatro diligencias en una hora y acá en Bogotá hago una en cuatro horas. Es verdad, pero se puede pasar bien, resulta que es divertido estar en congestión de tráfico, le venden a uno cosas a la ventanilla del carro. Y parece mentira que el comercio informal permita hallar y comprar lo que se nos ocurra en cualquier rincón de la ciudad. Todo irá mejorando y piensa un buen turista que es lo que no se puede conseguir en Bogotá. Pasear por la ciudad es una bella experiencia, iglesias coloniales, cerca de gigantescos y bellos centros comerciales. Lugares de recreación y eventos por todos lados y los domingos ni se diga, usted puede entrar a un grupo de gimnasia en muchas de las zonas verdes en medio de las grandes avenidas dedicadas a montar en bicicleta patinar o pasear con la familia.
Bogotá es así grata gigante y acogedora, hay lugar para todos, un poco apretados y como dicen los bogotanos de la calle: a lo bien.
Gonzalo Garavito Silva
¿Porqué visitar a Bogotá?
Después de tanta prensa equivocada que siembra pánico entre los posibles visitantes, Bogotá merece una reivindicación. La verdad sea dicha, nuestra capital es una gran ciudad, plena de espectáculos cultura, sitios turísticos, posibilidades inagotables en todos los campos; ¡lo difícil es decir que le falta a Bogotá! ´ Empecemos por juzgar su condición cuando en la ciudad hay 165 bibliotecas. 46 espacios de cine con varias modernas salas cada uno. Más de catorce teatros empezando por el Colón uno de los más bellos de Suramérica, lujoso y recién restaurado y los grandes de Cafam y Colsubsidio. Sus 133 parques de gran tamaño albergan turistas y visitantes y ofrecen juegos mecánicos, lagos, y magníficos espacios deportivos. Su inmensa cantidad de centros comerciales con cientos de locales en cada uno, son un asombro para cualquier visitante. Es un centro de negocios con un inmenso sistema financiero. Que bella es Bogotá, esta capital a donde acuden los colombianos y extranjeros y la sienten como suya. Finalmente no se diga nada del clima, no hay mejor en el mundo en el que se puede aprovechar el 100% de la vida. Pero, hay algo que no se encuentra en ninguna gran capital del mundo, ni en New York, ni en otras ciudades europeas y ni siquiera en Dubayy. Lo que hay, y abunda son colombianos y bogotanos amables amistosos y hospitalarios, a todos dan trato de buenos vecinos y, en son cariñoso saludan con un hola “veci”, bienvenido. Más de Bogotá: http://www.bogota-dc.com/
COMPRADORES AMBULANTES
Tanto se ha hablado del desorden de nuestra querida capital que pareciera no tener remedio a corto plazo; pero lo que es peor es que, a largo plazo tampoco. La superpoblación en esta metrópoli suramericana nos hace recordar la canción del Combo de Puerto Rico, “no hay cama pa´tanta gente” y la superpoblación asfixia la mayor parte de las posibles soluciones. La opción inmediata para respirar y pensar en el futuro puede estar en nosotros respecto a las ventas callejeras que poco aportan a luchadores de la calle, sin seguridad social, sin futuro, que nosotros auspiciamos indolentes con compras desordenadas y ocasionales. Nuestro propósito tendría que ser firme e inmediato: ¡No más compradores ambulantes! Esto ayudaría definitivamente al orden de la ciudad, al aseo, a evitar las infecciones por comida callejera y a proponer un nuevo orden más justo y equitativo para tantos necesitados que despertarían para buscar nuevas oportunidades. Con la misma idea debemos reflexionar con cuidado y dejar de ser patrocinadores de la mendicidad, bien sabemos que quien da una limosna en la calle “siempre insuficiente” condena a quien la recibe, negándole mejores opciones de vida y futuro.
BIENVENIDO AÑO NUEVO
Con el fin de extender algo los buenos
augurios, para el entrante año 2016, hemos querido presentar acá, nuestros
deseos para años pasados.
Así el diario EL TIEMPO presentó la
primera caricatura del siglo XXI firmada Zagar S. pseudónimo de Gonzalo
Garavito S.
En estas expresiones gráficas no se
requieren comentarios, sino reflexiones recordando aquellas épocas.
Primera caricatura del siglo XXI publicada en EL TIEMPO
Otras de la misma firma. Todas
publicadas en el diario EL TIEMPO en fechas oportunas cuando cambiaba el año y
se saludaba al nuevo.
¿Qué podrá decirse, mediante caricatura, del viejo 2015 y del bebé 2016?
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OJO AL GAFFITI
Vivimos en un mundo en el que el medio de comunicación es la imagen, Anda cada ciudadano con la posibilidad de contemplar un universo de imágenes solo al encender su tablet o celular; si le pareciera poco levantará su mirada y encontrará una infinita gama de tonalidades en los graffitis callejeros. Estamos de acuerdo con los psicólogos que afirman que quien firma o escribe su nombre en un lugar público, lo que hace, es clamar por atención en este mundo superpoblado donde el individuo se pierde en el anonimato entre millones de nombres. Llegará el día en que el espació, para los graffiteros, inundado de pinturas manchas y colores haga que el recién llegado también se pierda en el anonimato del color indefinido o de la forma repetida. Donde todo es diferente, ya nada es diferente. Si algún artista del graffiti, lograra un buen trabajo, sería demasiado efímero, pues alguien más a las pocas horas lo intervendrá, con otro superpuesto o simplemente lo rayará por gusto y aparecerá otra corriente de pintores, los raya grafittis. Entre estos pintores de la calle se esconden verdaderos artistas ¿Será hora de encontrar un espacio en el mobiliario urbano especial, que sea cuidado y vigilado por las autoridades para que no sea dañado por los graffiteros?
Piedra sobre piedra
Repasando alguna lectura sobre los monumentos y construcciones que existen en la plaza de Bolívar de Bogotá, me he encontrado, con un detalle olvidado, en el campo de la solidaridad de los capitalinos. Ocurrió, dice la historia, que con la necesidad que planteó Fray Juan de los Barrios de reconstruir una Iglesia Catedral que sustituyera una primera de bahareque y techo de paja; se puso manos a la obra a partir de 1553 y luego de 27 años de lentos trabajos, se averió en 1565 la víspera de su inauguración permitiendo que el techo se viniera al piso estrepitosamente. De milagro, la catástrofe, ocurrió el dia anterior o hubiesen muerto muchas gentes. No se sabe si se les llamó a cuentas a los constructores de la compañía: Baltasar Días, Pedro Vásquez asociados con Juan Rey; que entre otras cosas, habían presupuestado para la obra total la suma de 1000 pesos y luego resultaron gastando 6000. Definitivamente probaron los constructores ser poco aptos para cualquier tipo de cálculos. Seguramente, a Fray Juan de los Barrios, primer arzobispo de la ciudad se le saltó la piedra y fue tanta, que en 1572, en el mismo sitio cargó esta, su primera piedra, y la aportó para la reconstrucción del templo. Ejemplo memorable pues los ciudadanos lo imitaron y cada uno piedra sobre piedra depositó la suya, material que no fue escaso para reiniciar la construcción. Hoy, seguramente los bogotanos en su mayoría, andan con la piedra afuera; por el mal estado de las vías, los robos con los ya habituales atracos, ventas ambulantes, inseguridad, mendicidad y hasta hoy el horrible e inseguro Transmilenio. Si existe la solidaridad y se reúnen todas esas piedras, de seguro se podrían tapar todos lo huecos de la ciudad.
Un taxi por favor
MAL PARQUEADO
Sabido es que en las ciudades civilizadas existen muchas normas encaminadas a controlar el uso del suelo, los límites de la propiedad con respecto al espacio público, la restricción al parqueo de autos en lugares donde obstaculicen. Bogotá, tiene normas claras que intentan regular y aplicar este tipo de reglamentación. Todos los días encontramos carros mal estacionados, sobre los andenes o al lado de las vías que ocasionan un caos en calles de doble vía y que enfrentan a los carros por el escaso espacio de circulación. Todas, o casi todas conservan avisos de prohibido parquear pero la vigilancia de esto sitios es nula o insuficiente. El pago de las multas logradas por la magia de la fotografía y de estricto cumplimiento lograría un recaudo millonario que podría servir para pagar directamente la reparación de tanto pavimento destrozado. Podría fijarse un aviso así: ATENCIÓN SI USTED PARQUEA EN ESTE LUGAR PROHIBIDO, TENDRÁ UNA MULTA QUE SERVIRÁ PARA TAPAR LOS HUECOS DE LA CIUDAD; ¡GRACIAS POR SU CONTRIBUCIÓN! La utilización del espacio público para beneficio particular, ocurre todos los días cuando se invade el andén con carretas o mesas provisionales, aunque esta informalidad es remediable cuando la policía recuerda que debe hacer cumplir la ley; no ocurre lo mismo con los locales comerciales que le van robando a la ciudad los espacios de antejardín o sobresalen del paramento permitido de construcción, primero acomodando unas supuestas materas con florecitas o setos, luego con vidrios y muros bajos , apropiándose de un nuevo espacio para sus ventas o las mesas de restaurantes sobre el andén que no les pertenece. Otro aviso podría ser: ATENCIÓN, SI USTED ESTÁ INVADIENDO ESTE ESPACIO PÚBLICO QUE ESTÁ PROHIBIDO; TENDRA QUE DESALOJARLO Y LA REISIDENCIA LE OBLIGARÁ A PAGAR UNA MULTA QUE LA CIUDAD UTILIZARÁ PARA ARREGLAR TANTOS ANDENES QUE SE ENCUENTRAN EN PÉSIMO ESTADO. ¡ GRACIAS POR SU CONTRIBUCIÓN!
Por Gonzalo Garavito
Torean carros en Bogotá
Los
bogotanos algo pasivos y aburridos en la gris y lluviosa ciudad, de aquellos
remotos tiempos de 1917. Pusieron pimienta a la diversión e inauguraron en ese
año el circo de toros de San Diego, se construyó en madera y con todo se logró
un aforo de poco menos de seis mil espectadores. Debutó, por esos días el famosísimo
torero, don Manuel Mejía.Su faena
exitosa y aplaudida a pesar de los toretes sin casta.
Gran
impacto tuvo la convocatoria y las gentes arremolinadas, gastaron sus dineros
en los puestos de comida criolla, al ladito del reciente circo.Los habitantes de “La Perseverancia” (barrio
popular de Bogotá) hicieron más dinero que los empresarios y fue un espaldarazo
para los vendedores ambulantes que también empezaron a fabricar banderillas,
festones y recuerdos para las próximas corridas.
También se iniciaron
en la afición y en la tauromaquia muchos jovencitos que hábilmente lograron su
sustento con esta embestida que mejoró sus condicionesde vida. Ya saben los cachacos que donde hay
chichonera hay ventas. Lástima que de ese tiempo a hoy no se hayan organizado
ni cuenten con mínimas garantías y a la salida de la autopista norte de la
ciudad salgan todas las tardes a sacarle el quite, al estilo taurino, a los
carros y a jugarse la vida. ¿no serán esas corridas las que debe prohibir la
alcaldía?
Por Gonzalo Garavito
METROS BAJO TIERRA
La polémica
acerca del transporte masivo en Bogotá, no tiene ni tendrá fin.Hoy la última noticia resulta ser que la
licitación delsubterráneo está, muy
próxima, posiblemente a menos de un metro.
Si no me es flaca la memoria de mi juventud
ya remota, escuché muchasvoces que
decían de la imposibilidad del subterráneo por lasdesecadas tierras queBochica dejó a los ancestros muiscas, aptas
para la labranza. Luego de desecar la sabana por el Salto de Tequendama.Son tierras de alto nivel freático y con
variados humedales.Se hablaba de la
imposibilidad, no tanto técnica como económica ya que para Bogotá el
subterráneo, en terreno no rocoso, no solo era inestable sino de costos
astronómicos, incluidos los de los estudios geotécnicos.
Pues bien varios alcaldes han dejado las cosas
quietas a sabiendas del compromiso que implicaría la construcción y el gran
caos que generarían las obras.
Otra
razón para temerle al metro, ahora de Petro, es la ineptitud de nuestra
población para darles seguridad a los posibles usuarios, que no se la han
podido brindar, ni en los peatonales elevados, a los del caótico
Transmilenio.Aceptemos que la cultura
bogotana no está hecha para metros bajo tierra; pidamos a la Virgen de
Guadalupe que eleve las ideas de los proyectistasy antes de la mega-equivocacíón se vuelva a
pensar en el elevado.
Y como decía el viejo
lema de Bogotá: más cerca de las estrellas tendríamos un trasporte algo más
económico y más seguro. Y que los estudios actúales e inviables de este
proyecto actual, queden sepultados a muchos metros bajo tierra.
2014- 2018
Un nuevo periodo presidencial en el que se quiere demostrar que los presidentes anteriores poco tenían de
santos.
Un cumpleaños sin precedentes
Bogotá, hoy de aniversario, lleva buscandosu mejor momento en los últimos 476 años deexistencia. Lo celebra este día 6 de agosto y
para que los bogotanos se sientan orgullosos anuncia con gran pompa la posibilidades
futuras: "Integración del metro” con el resto del sistema de transporte,
incluso: “algo sorprendente” con el cable aéreo.Claro que habrá que esperar a ver en que
cumpleaños del futuro se habrán construido los sistemas que no se han empezado.
Y como dice la letra de la canción: solo
nos falta la obra y la plata y casi, casi no nos falta na.
En
cambio, para celebrar con auténtico sabor capitalino, la Orquesta Filarmónica
presentó una serenata en el auditorio de la Universidad Nacional, con auténtica
música del caribe colombiano. ¡Que viva Bogotá en su cumpleaños!
Que
los trancones serán cosas del pasado, cuando construyan los nuevos sistemas. ¡Qué
bien, felicitaciones para nuestra querida urbe!
ADIÓS TRANSMILENIO ADIÓS.
En
nuestra ciudad fue,en el más reciente
pasado, motivo de orgullo. Hizo que los bogotanos, invitaran a los visitantes a
conocerlo, a las administraciones a presentarlo con orgullo, a la prensa a
publicarsus grandes bondades
innovadoras.Bogotá con Transmilenio
daba ejemplo de progreso en transporte público, incluso se hablaba de copiarlo
en algunas grandes ciudades.La verdad,
había llegado a ser un sitio más amable paratransportarse, donde aparecían ya ciertos brotesde cultura civismo y respeto.
Entrado el 2014, el sistema se destruyó por la
permisividad de los pasajeros. Los usuarios han resuelto incumplir todas las
normas hasta las más elementales: pagar el pasaje, fomentar la mendicidad dando
limosna al interior del sistema, realizar compras a vendedores informales.Descaradamente el pasajero, compra a
sabiendas de que está prohibido, da limosna al cantante o músico, conocedor de
la violación al reglamento.Sonríe
complaciente cuando el pasajero salta la registradora o fuerza las puertas para
ingresar sin tarjeta, No se diga más acerca de los robos de celulares que es el
diario dolor de cabeza de los usuarios, que dan limosna que compran que aceptan
ultrajes.
Dicen
que los auxiliares ya sobran y es verdad, los pobres muchachos ya no merecen ningún
respeto y son arrinconados por la delincuencia, ¿cómo pueden pedir ayuda o
solidaridad a unos usuarios indiferentes que violan todas las normas?
En la estación de la 76 en junio pasado se
presentó una pelea de dos indigentes limosneros con dos vendedores, hombre y
mujer que reclamaban con violencia y sangre el derecho a entrar primero a un
vehículo; el auxiliar de policía se alejó asustado al ver la sangre que
empezaba a correr. Alguien comentó: claro, pobre muchacho, es humano como todos
nosotros.
A
los violadores y malos usuarios todos los conocemos cuando en las horas de
congestión se exhiben como en vitrina al aire libre al borde de la entrada del
vagón obstaculizando el cierre de las puertas de seguridad.
Por Gonzalo Garavito S.
Después del Mundial
Nadie podría imaginar esa afición ferviente
y arrolladora que vivió Colombia durante el mundial de Fútbol. Vibraba Bogotá
con los goles de nuestra selección en la tierra carioca.
Las calles estaban solas cuando las miradas
y los corazones andaban pegados a los televisores.
La gente parecía más amable, no hubo lugar
que no tolerara a los vendedores ambulantes que sudaban la camiseta, o sudaban
para que el seleccionado ganara y se prolongaran los momentos gloriosos con
venta de camisetas amarillas rojas y blancas, al lado de las banderas amarillo
azul y rojo. Camisetas igualesa las de García, Cuadrado, Zúñiga, Yepes, Armero,
Sánchez, Ospina…
Qué
buena presentación, que excelente selección, los sitios donde se instalaron las
pantallas gigantes cumplieron su cometido y en las casas bogotanas se reunieron
las familias y amigos a gritar de alegría.
Que
buen sabor y que buen recuerdo queda para los colombianos que guardarán en cada
hogar las imágenes de los héroes del las jornadas espectaculares de 2014.
Nuestro deber es Iniciar desde hoy, con
todo el esfuerzo nacional a preparar nuestra selección infantil; aquella que ha
de mejorar su presentación en el mundial de las pruebas “Pisa” para no quedar
de últimos como en el 2013.
ÉPOCA ELECTORAL
Bueno es recordar en esta época que cada quien debe votar
y que votar en blanco es permitir que suba el peor y la mejor forma de ser
indolente.
Luego de la jornada electoral, como creyentes en la
democracia, aceptamos los resultados, sean los que sean. Nuestra Capital sigue
y seguirá ofreciendo oportunidades a todos los colombianos pues
tradicionalmente así ha sucedido, vivir en Bogotá, es vivir en casa.
Será la misión, de aquí en adelante, vestirnos de
optimismo aunque no haya tallas de esta ropa para toda la gente, pero, no
existe opción diferente.
¿Será la movilidad lo primero a resolver? No sabemos, en el
inmediato futuro, como vamos a circular por esta ciudad tan congestionada; se
venía planteando el cambio de horarios laborales. Para que no coincidieran las
horas de entradas y salidas.
A nuestra manera de ver estas medidas al futuro son
insuficientes, el Transmilenio ampliado, el metro, el sistema integrado de
transportes, las autopistas nuevas, los planes de descongestión podrán
funcionar a muy largo plazo. Mientras, mientras… proponemos una opción alternativa,
una opción o un “Plan b.” Se trata de fomentar, aún con estímulos tributarios,
a las empresas para que cambien una de las muchas formas de trabajo remoto
mediante comunicación en la red de Internet. El trabajo “no presencial” puede ser
el principio de una solución efectiva. Existirán indudables comodidades para el
trabajador que no necesite desplazarse y pueda cumplir su labor desde casa.
Convendría que cada uno dialogara con su patrón de esta posibilidad aun antes
de que se implante
TRANSMILENIO
El que en Bogotá, no he subido con su novia al
Transmilenio, No sabe lo que la piedra ni el ataque de mal genio.
PASES DE CONDUCCIÓN PARA SERVICIO PÚBLICO Y PASE DE PARTICULAR, de particular categoría para esquivar huecos.
Nuestra querida capital ha tenido un desarrollo vertiginoso e incontenible los edificios nuevos siguen levantando sus elegantes estructuras para alojar viviendas y oficinas. Dicen los economistas que el invertir en la capital sigue siendo un buen negocio, los muchos centros comerciales brindan oportunidades para todos, la industria ha venido creciendo aún con los cortos tropiezos de los últimos días.
Todo bueno en nuestra Bogotá, menos las vías con los incontables huecos que son el dolor de cabeza de los conductores y los resortes del descrédito. Pobre la ciudad tan pujante pero tan deficiente el mantenimiento de sus calles. Se han visto en los últimos días cuadrillas de obreros tapando huecos que tratan de arreglar parchando con pobre pavimento lo que parece irreparable. Los altibajos generados por los parches de pavimento sobre las losas de concreto son, a todas luces, inconvenientes. Son pañitos de agua tibia para el mal que más y seriamente ha afectado y sigue afectando a todos.
Ahora, se ha preocupado el gobierno distrital y nacional para que sean actualizadas las licencias de conducción… ¿habrá conductores más hábiles, en alguna parte del mundo, que sean capaces, como los cachacos, de frenar y esquivar los huecos inesperados sin ocasionar terribles colisiones? Francamente sería más inteligente revisar y mejorar la malla vial para exigir los pagos de actualización de licencias, será que el ciudadano podrá sobrellevar las cargas de la reparación de la suspensión de su vehículo, más el costo de la tal renovación del pase. Más valioso sería, entrenar a los nuevos conductores que no estén muy duchos, haciéndoles pruebas de conducción en las emergencias que vivirán manejando en un ciudad tan destrozada.
Ojalá la renovación del pase sea un pase pero de pásela por inocentes.
Cartagena el 11 de noviembre de 1811 logró liberarse del yugo español, siendo así un ejemplo para que otras ciudades hicieran lo propio.
Pero la mirada a Bogotá en esta fecha es de historia reciente cuando era celebrado el Reinado Nacional de la Belleza y seguido por los hogares bogotanos por televisión.
¿Ganará miss Bogotá el reinado nacional? se preguntaban los cachacos y la belleza inició con María Helena Reyes Abisambra, miss Colombia, la preciosa odontóloga en 1975. La grata historia se repitió con jóvenes bogotanas en 1977 también en 1982, 1991, 1993 pero las bellezas históricas siguen transitando por nuestras calles todos los 11 de noviembre.
Pocos habitantes de nuestra ciudad se preguntan de dónde proviene el escudo de la ciudad y lo aceptan sin miramientos, aquí una nota sobre su lejana procedencia que cumple 481 años de antigüedad, datos generales tomados de la publicación original del aniversario de 1938. "HOMENAJE DEL CABILDO DE LA CIUDAD EN SU IV CENTENARIO 1538-1938"
IMÁGENES (1) Escudo simplificado en la actualidad (2) 28 de mayo de 1831 palacio de la audiencia grabado en piedra p.67 tomado de publicación de 1938. (3) foto de la pág. de la misma publicación (4) Fragmento de dibujo publicado por Daniel Ortega Ricaurte, reproducción y editado.
ESCUDO DE ARMAS DE SANTA FE DE BOGOTÁ
Por Fray Pedro Pablo de Villamor
El Rey Carlos V la confirió el honroso título de ciudad en 27 de julio de 1540; y para demostración de su ilustre nobleza, la dio armas y divisas para sus estandartes banderas, escudos y sellos, y para que las pongan en las partes que por bien tuvieren. Son estas: En campo de oro un águila negra en vuelo, ceñida con corona de oro su cabeza, en cada garra una granada asida del mástil, y por orla unos ramos con granada de oro en campo de azur. Escudo cierto de grande aprecio y que explica bien la generosidad y la nobleza de esta ciudad. Es el águila por sí noble, magnífica, real y liberal. Por lo cual no sin misterioso acuerdo Su Majestad la concedió por armas a esta ilustre cabeza de Reino, por el año de 1548 el 3 de diciembre.
Extractado y editado (p.83) del Registro Municipal, homenaje del Cabildo de Bogotá en el IV centenario de su fundación.
Buscando celebrar y unirse a la conmemoración de bicentenario de nuestra independencia, LA ACADEMIA DE HISTORIA DE BOGOTÁ presentó para el mes de agosto PINTORES Y PINTURAS DE LA INDEPENDENCIA, a cargo del académico Gonzalo Garavito Silva, tal evento tuvo gran relevancia.
El 4 de septiembre, también en la sesión ordinaria de la misma academia se presentó la conferencia “DÁMASO ZAPATA VARGAS Y UN SUEÑO DE LIBERTAD, BUCARAMANGA 1833 – BOGOTÁ 1888”
En Sesión Solemne fue presentada la conferencia “LA ANTÁRTIDA: NUESTRO NUEVO NORTE EN EL SUR” por la doctora Ángela Posada-Swafford. En la misma sesión fueron lanzados dos libros, el primero aporte a la celebración del bicentenario: EN LA ANTESALA DE LA INDEPENDENCIA LA EXPEDICIÓN BOTÁNICA de la historiadora académica, Mercedes Medina de Pacheco.
El segundo: COLOMBIA GEOGRAFÍA Y DESTINO del académico Augusto Bahamon Dussan.
En una segunda parte la develación de los óleos de Enrique Morales Ruíz y Miguel Triana Cote ,fundadores de la Sociedad Geográfica en 1903, óleos de Gonzalo Garavito Silva
Acaba de ponerse en venta un libro encantador y sugerente para la memoria de los bogotanos y para los turistas que quieran conocer el arte religioso al ingresar en nuestras hermosas iglesias coloniales. Fue la Sociedad Geográfica de Colombia la que tomó a cargo la edición y presentó el volumen que contiene un plano detallado para seguir la ruta de los templos en medio de la geografía bogotana.
Su título: LOCALIZACIÓN, HISTORIA Y ARTE DE LAS IGLESIAS COLONIALES DE BOGOTÁ D. C.
La académica Mercedes Medina de Pacheco, la persona que más conoce de arte colonial en nuestro país, entregó esta joya de 359 páginas a finales de este año que termina. Fruto de muy dispendioso trabajo de años. La Corporación Nacional del Turismo la tuvo por mucho tiempo inculcando amor por nuestro patrimonio artístico. En el libro mediante fotografías presenta detalles que solo la autora conoce y hace sentir al lector la más deliciosa de las experiencias
El martes recién pasado 13 de septiembre, por iniciativa de la Academia Colombiana de la Ingeniería y de las Obras Públicas en asocio con El Colegio Máximo de las Academias y en conmemoración de la presidencia de Julio Garavito Armero en la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Se llevó a cabo una jornada pedagógica para divulgar la vida y obra del ingeniero Julio Garavito Armero. La asistencia masiva de académicos y directivos de universidades la dió gran relieve al acto. Por parte de la Familia, los sobrinos nietos el académico Álvaro Silva Fajardo y el académico Gonzalo Gravito Silva, llevaron la palabra; luego entre otros académicos Santiago Luque; profesores y directivos Gonzalo Jiménez, Carlos Julio Cuartas, Clara Helena Sánchez, Gregorio Portilla y otros.
Los martes de marzo y abril, recién pasados, fueron especiales pues de 3 a 5 de la tarde en el Museo del Chicó, la historiadora y académica, Mercedes Medina de Pacheco, dictó magnificas conferencias sobre el Arte Colonial de Bogotá y las corrientes arquitectónicas adoptadas en la capital. A propósito Foco Editores presentó la última publicación reeditada de pequeño formato INSTANTÁNEAS BOGOTANAS dimensiones (16,5 x 12 cm.) con 130 páginas. Una obra excepcional llena de amor por Bogotá. Gonzalo Garavito S. Pedidos: focoeditores.bogota@gmail.com
HOMENAJES DEL PASADO MES DE OCTUBRE 2015 A ARTISTAS Y GESTORES CULTURALES.
La Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, el Instituto Distrital de las Artes de la alcaldía Mayor de Bogotá Homenajeados por su trayectoria: Literatura- María Vieira Viuda de Vivas, Música - Mario Alejandro Posada Torres, Audiovisuales - Gonzalo Garavito Silva, Danza- María Ligia Morales de Granados, Gestor del Patrimonio Cultural- Blanca Cecilia Pineda de Hernández, - Gestión Cultural- Milcíades Arévalo Pedraza, Artes Plásticas y Visuales- Clemencia Echeverry Mejía, Alcalde local de Los Mártires 2012 a 2016 - Diego Ricardo Piñeros Nieto, Arte Dramático - (Homenaje Póstumo) a Francisco Martínez Alvarado.
Noche del 27 de octubre de 2015, teatro Jorge Eliecer Gaitán, Bogotá DC.
El pasado sábado 3 de octubre, a las 9:30 de la mañana, en la sede de la Academia en la ciudad de Zipaquirá, el discurso de orden estuvo a cargo del Académico de Número Gonzalo Garavito Silva, quien presentó un trabajo titulado "JULIO GARAVITO ARMERO 150 AÑOS DE SU NATALICIO"
En el arte pictórico, a finales del siglo XIX llega una época en que la pintura se empieza a separar de la representación fiel de una realidad, con el advenimiento de impulsos creativos plenos de colores intensos y puros. Dos pintores, conocidos como “postimpresionistas” se encuentran en medio de dos personalidades explosivas y surgen eventos expresivos de formas colores extremos. Presentación en la Galería GEBA (entrada libre cupo limitado) barrio Antiguo Country Bogotá.
En: La Casa de Cultura, Arturo Wagner de la ciudad de Zipaquirá
LANZAMIENTO LIBRO “CENIZAS DEL VIENTO” de don Segundo Benjamín Corredor. Poesía que expresa el dolor interno del poeta por la violencia pasada y presente en el país, libro que invita a intensas reflexiones.
150 años: natalicio Julio Garavito Armero En el espacio de la Tertulia Aeroespacial el día 26 de junio, se presentó una charla amena sobre la vida y obra del sabio, astrónomo, insigne ingeniero, matemático y filósofo. Tertulia alterna del día, a cargo del profesor Gonzalo Garavito Silva.
“Circulo literario de Cundinamarca” Reunión de mes, participación especial de don Julio Roberto Galindo y lecturas varias. Entrega libros “ Por los caminos de la literatura CUNDINAMARQUESA, Cuentos y relatos”.