El reconocido pintor colonial Pedro José Figueroa, andaba pintando retratos al óleo de virreyes, cuando lo sorprendió el 7 de agosto de 1819. Cambio de régimen de colonia a república, con esta le encargaron, los patriotas triunfantes, pintar un BolÃvar triunfante para hacerle un obsequio en plena Plaza Mayor, a nuestro padre de la patria. El pintor afanado tomó un lienzo usado y lo repintó con el Libertador y una Indiecita simbólica como América Hispánica.
Resultó, casi imborrable el odiado Pablo Morillo, que quedó bajo capas de pintura, en el óleo en que hoy 2019, conviven: ese BolÃvar y al fondo casi invisible el “pacificador” Morillo.
