Los almanaques orientaban la vida de los colombianos y estos empezaron a imprimirse en nuestra ciudad entonces, llegan a Bogotá por Cartagena en 1780 veinticuatro cajones traídos desde Cádiz. ocho años después de instalados, se imprimía en Santa Fe el primer ALMANAQUE, hecho que conmovió nuestra capital. Tal relata en "Crónicas de Bogotá" Pedro M. Ibáñez y continúa que hasta esa fecha los colonos fijaban el número de días de cada mes por medio de una cuarteta popular que decía:
Treinta días trae noviembre
con abril junio y septiembre
y veintiocho solo uno
los demás a treinta y uno
Sirve este micro cuento como una curiosidad a propósito de este nuevo año en el que ya no encontramos espacios donde no estar informados.