En los televisores que permitieron ver a los transeúntes, de paso y por la calle, el desarrollo de las competencias olímpicas de Londres 2012, lograron que se agolparan indistintamente en las pantallas que quedaban a su alcance. Pero si esos espectadores hubieran mirado a su alrededor verían a una gran variedad de participantes involuntarios en sus propios olímpicos tratando de alcanzar sus metas.
Trotan sudorosos de madrugada, los que están retasados y buscan alcanzar el oro de llegar a tiempo al trabajo; jadeantes, tensionados se les ve ascender por las rampas o escaleras en los accesos del Transmilenio. Cuando extenuados llegan a la meta, la premiación la reciben con las siguientes características, para BRONCE: “ya era hora”, palabras del jefe o de un compañero retrasado en tiempo y en mente, que llegó antes que él. Para PLATA: la presea, estaría acompañada de las siguientes palabras: “bueno de vez en cuando llega a la hora justa”.
Pero el ORO merecido, resulta ser para el competidor que le cuentan que: “el jefe no ha llegado”
La más reñida de las modalidades olímpicas cachacas es la que todos los bogotanos, todos los días participamos: CARRERA DE OBSTÁCULOS, y la más conocida en nuestro medio, en la que entrenamos día a día y cada quien en su modalidad.
Si usted en Bogotá vence los siguientes obstáculos, con buena velocidad y es feliz, tenga por seguro que merece la presea de Oro, en las olimpiadas de la capital.
Logra transitar por las calles bogotanas sin caer en algún hueco.
Logra con suerte y habilidad esquivar los trancones
Consigue ingresar a una oficina pública sin que el portero lo maltrate.
Logra reclamar en su banco sin una larguísima espera.
Puede saldar un crédito antes de que se cumpla el plazo.
Consigue llegar a casa con el celular a pesar de haber viajado en Transmilenio.
Logra disuadir al vecino amablemente para que no haga tanto ruido.
Puede llegar a ver su correo tranquilamente sin que le manden mensajes religiosos o publicidad basura.
Consigue que no le llame la compañía del celular para ofrecerle planes, justo cuando está en el lugar menos apropiado y en el momento más inoportuno.
Si usted logra concluir con éxito esta carrera de obstáculos, merece medalla de oro porque todos sus conciudadanos siguen entrenando en esta disciplina todos los días del año.