Vuelve y
juega, la polémica si será el
agua la que se lleve las basuras.
Al
leer la propuesta de la alcaldía para impedir que sean varias las
empresas que se encarguen del aseo en la Capital, le produce a uno ciertas
dudas porque la historia ha mostrado varios casos donde esta solución no fue la
mejor. De todas formas no se puede criticar de entrada, veremos y
esperemos que sea positiva y que Bogotá y su ciudadanía sea la beneficiada. Se lee por los medios que no están seguros de que
la idea del alcalde sea positiva espera este diciembre que
llega sin saber si taparse los oídos, por si la ciudadanía protesta en
voz alta o taparse las narices por lo que pueda llegar.
Traen
esta medidas a la memoria tiempos lejanos en que también fue el agua
encargada del aseo de la ciudad, he aquí algunas notas del pasado:
“El propósito de los miembros de la sociedad no
puede ser ni más patriótico por lo que
se refiere al embellecimiento de la ciudad, ni más humano, en lo que ella se
propone hacer para el aseo, porque en esta estriba la conservación de la vida de
muchos, en especial de los niños que son envenenados con las miasmas que se
desprenden de los depósitos de
inmundicias a las orillas de los ríos y con las acumulaciones de despojos de vegetales y animales. Que se dejan en las alcantarillas
sin agua suficiente que los haga lavar fuera de la ciudad. Y el problema tenía
que agravarse. Teniendo en cuenta que
los ríos eran la mayor fuente de agua y el principal recurso disponible para la
limpieza del casco urbano.( El Heraldo de 1899)”
Veremos
si, como en antaño, nuestra ciudad puede
ser limpiada por el agua.
Fragmento
tomado del libro, Los Años del Cambio,
Mejía Pavoni Germán Rodrigo.