COSA DE LOCOS
Virrey Solis
Tocó al hospital de San Juan de Dios, recién ampliado gracias a la diligencia de los hermanos hospitalarios que consiguieron generosas donaciones de los santafereños pudientes, tuvo cabida una sección especial para los locos furiosos con medidas extremas de seguridad y algunos encerrados en jaulas como fieras.
Por aquella época era gobernante el buen virrey Solís que vigilaba acucioso el funcionamiento de varios establecimientos de servicio público o de caridad.
Algunos de estos orates, escogido como el más amable y pacífico, lo presentaron al virrey que realizaba una visita de control sobre las raciones convenientes de alimentación en el asilo.
Interrogó el virrey al elegido que representaba a todos los reclusos.
Cuáles son las condiciones de alimentación, preguntó Solís, a lo que el interrogado respondió:
“Puede estar tranquilo, señor virrey. Aquí los frailes comen como locos y nosotros comemos como frailes”
|